Antonio Raíllo está muy cerca de cumplir 250 partidos con la camiseta del RCD Mallorca, muchos de ellos con el brazalete de capitán en el brazo. Ya es su quinta temporada en Primera División, la cuarta consecutiva. Tardó 30 años en asentarse en la máxima categoría del fútbol español y cada año que pasa le sienta mejor.
Si ya era un indiscutible para Vicente Moreno y Luis García Plaza, la llegada de Javier Aguirre le convirtió en uno de los mejores centrales de LaLiga. Encontró comodidad en una línea defensiva de 5 hombres e hizo mejores a Martin Valjent, a José Copete y a Matija Nastasic. Ahora, sin el mexicano en el banquillo, demuestra que también es capaz de comandar a una línea de cuatro. Además, sin ser el central más fino que se te pueda ocurrir, sabe leer perfectamente la salida de balón y manda un balonazo cuando es necesario o divide cuando la presión del equipo rival se lo permite. Raíllo acierta en muchas cosas y falla en muy pocas.
Los que comentan los partidos y escriben las previas y las crónicas hablan del Mallorca como un equipo muy sólido en defensa y eso se debe, en gran parte, al permanente notable estado de forma del capitán, que por si fuera poco cada temporada anota un par de goles que dan puntos y es siempre una amenaza en las acciones del balón parado. Lejos de la fama que se ha granjeado en la capital, donde muchos le ven únicamente dos veces al año, el káiser bermellón también ha aprendido a liderar la zaga con guante blanco y se aleja de la decena de amarillas de otras temporadas. La temporada pasada fue amonestado en seis ocasiones y en esta van cuatro (a una tarjeta de cumplir cinco de sanción). El central cordobés es, en definitiva, un central total. Raíllo domina todos los registros defensivos y hace mejor a todos los que le rodean.
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— RCD Mallorca (@RCD_Mallorca) March 10, 2025
Elevarse por los aires y desplazarse de un lugar a otro, ya sea de forma natural o impulsado por una acción determinada. pic.twitter.com/qyIlTeuN42
Antonio Raíllo, ¿a la Selección Española?
Quizás otros años podría haber debate, pero esta temporada queda claro que él es el jugador más imprescindible del equipo. Si el capitán no está falta liderazgo, falta seguridad defensiva, falta amenaza a balón parado, falta salida de balón…
Queda poco para una convocatoria de la selección española en la que con la lesión de Dani Vivian, la no inclusión de Íñigo Martínez en convocatorias anteriores, la forma de Paredes y la falta de ritmo de Laporte no sorprendería a los que le vemos cada fin de semana la inclusión del capitán bermellón en la lista. Seguro que Luis de la Fuente lo ha pensado alguna vez.
