Solo hace falta una victoria para convertir un domingo por la tarde en un sábado por la mañana. Solo hace falta una alegría para que un día gris como el de hoy se transforme en uno completamente soleado. Solo hace falta un gol en Son Moix para que 90 minutos de fútbol se conviertan en puro éxtasis de felicidad. Pero hoy, con Muriqi y Dani Rodríguez a los mandos del navío, han sido tres los tantos que han llevado al Mallorca a surcar las aguas de la victoria, dejando a Las Palmas a la deriva.
Poco antes de empezar el encuentro, los abrigos y las bufandas reinaban en la vestimenta de la afición mallorquinista. Pero lo que no sabían, es que un tanto en el minuto siete de Vedat Muriqi iba a imponer el calor en las gradas de Son Moix. Un centro de cirujano de Dani Rodriguez y un cabezazo al primer palo del kosovar ponía a todo el estadio en pie. Un comienzo inmejorable de los bermellones, que aún les quedaba mucho por decir. Pocos minutos después, una jugada calcada a la anterior iba a poner el segundo en el luminoso. Un centro raso al primer poste del cafetero Mójica dejaba el balón a placer a Muriqi, y el pirata, en estado de gracia, mandaba el esférico para dentro. La primera parte no tenía nada que ver con todo lo ocurrido en el último mes, y por si había dudas de que el Mallorca siempre vuelve, Dani Rodríguez ponía el 3-0 antes de acabar los primeros 45 minutos.
El descenso de la intensidad fue el protagonista de la segunda parte. Con tres goles de ventaja, el conjunto de Jagoba Arrasate quería mantener la pelota y no tomar ningún tipo de riesgo. El Mallorca, consciente de su ventaja, se limitó a gestionar el tiempo y el marcador, dejando claro que en Son Moix no había margen para sorpresas. Sin embargo, en el 62′ de encuentro, un tanto de Stefan Bajčetić ponía el 3-1 y los nervios volvían a la grada bermellona. Si algo ha aprendido el RCD Mallorca en estos últimos encuentros es que nunca hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, de ahí a que nadie se moviera del estadio hasta el final del encuentro. El conjunto de Arrasate aguantó bien las tímidas acometidas del conjunto canario y la victoria volvió a reinar en Son Moix.
LA CALMA DESPUÉS DE LA TORMENTA
«El fútbol otorga premios al mérito y se vale de algún enredo para consagrarte como héroe, pero si le das tiempo, tiene mil artimañas para hacerte sentir una mierda». Así describió Jorge Valdano en El País el mundo del fútbol tras la mala racha del City de Guardiola. Algo muy parecido ha ocurrido estos meses en Mallorca. Con 30 puntos en la primera vuelta, toda España señalaba al conjunto bermellón como el equipo revelación de LaLiga. Sin embargo, un mes después y tras varias derrotas consecutivas, el equipo de Arrasate parecía haber perdido la magia que lo hizo brillar en la primera mitad de la temporada. El fútbol, con su implacable vaivén de emociones, les había pasado factura. Lo que antes eran elogios y pronósticos europeos, ahora se había transformado en dudas y miedo al fracaso.
El conjunto bermellón no ganaba desde el 21 de diciembre de 2024 ante el Getafe, una estadística que dejaba la primera vuelta en entredicho. Tras la victoria de hoy, el RCD Mallorca duerme a tan solo un punto de Europa, manteniendo vivo el sueño europeo y dejando el objetivo de la salvación a tiro de piedra. La calma después de la tormenta.