El Mallorca afronta un complicado partido contra el Betis el próximo sábado. El partido no es de una exigencia máxima en términos clasificatorios, pues el Mallorca es sexto y no va a pasar apuros, salvo debacle, para permanecer otra temporada en 1ª División. Además, el rival es un Betis que llega en caída libre, en plena crisis de resultados y con muchas lesiones y sanciones, especialmente en la zona defensiva. Aun así, al Mallorca le invade la necesidad. La necesidad de volver a ganar, pues hace ya más de un mes que no lo hace, de volver a competir, pues sus últimos encuentros han sido anticompetitivos, y de volver a enganchar a la afición, pues lleva encima el enfado acumulado de Pontevedra, en menor medida el del Madrid y con la puntilla de la humillación sufrida en Villarreal. Por si fuera poco, la afición está enfadada por la situación que sufrieron los aficionados bermellones y algunas familiares de los futbolistas, pero eso es otra historia alejada del fútbol.
Los jugadores y el cuerpo técnico tienen que tomarse este partido como una oportunidad para todo. Las oportunidades son muchas, la de soñar con entrar en Europa, la de reconectar con una afición dolida y decepcionada, la de ganar en 2025 y la de espantar fantasmas que pueden hacer que el Mallorca se plante en marzo sin nada por lo que competir.
El partido no es solo una oportunidad a nivel grupal para reivindicarse, sino que lo es también a nivel individual. Para comenzar, el cuerpo técnico tiene la obligación de sacar la mejor cara del equipo otra vez. Durante los últimos encuentros se ha visto a un Mallorca endeble atrás e inoperante en ataque, donde salvo con centros laterales ha estado siempre muy lejos del gol. La afición espera volver a ver aquella versión competitiva de los primeros meses de la era Arrasate.
También es una oportunidad para Muriqi, al que se critica menos de lo debido últimamente, el kosovar no está aportando las cifras goleadoras que se esperan de un tipo que costó 10 millones y el Mallorca le necesita para mejorar ofensivamente, pues los bermellones son uno de los equipos menos goleadores del campeonato.
La zaga de la defensa parece cambiada durante el último mes. La zona más segura del Mallorca durante los últimos años ha visto como le han marcado 10 goles en los últimos 3 partidos y podrían haber sido bastantes más. Los Raíllo, Valjent y compañía tienen su oportunidad en recuperar la solidez defensiva que ha caracterizado al Mallorca desde su vuelta a Primera División.
Los menos habituales han visto como los titulares han bajado el nivel y deben tener la rebeldía suficiente como para aprovechar su oportunidad de establecerse en el once o, al menos, como un suplente de garantías. El Mallorca necesita que los Antonio Sánchez, Asano, Morey, Lato o Abdón sean un recambio seguro para Arrasate.
Por último, esto es una oportunidad más para la afición de ilusionarse. El Betis es, ahora mismo, un rival directo en la batalla por puestos europeos y ganarle significaría escaparse a 9 puntos de los verdiblancos y permanecer en la zona noble una jornada más.