El batacazo de la Copa del Rey nos ha dejado a todos titiritando. Helados. Con temblores y estalactitas en las pestañas. Es una sensación que, aunque duela, es totalmente normal. Venimos de meses donde la felicidad ha pasado de ser un sentimiento inusual a algo cotidiano. Nos hemos acostumbrado a vivir noches como la de Sevilla, a no sufrir hasta el último segundo en cada partido, a jugar la Supercopa en Arabia y a soñar con algo más que la permanencia. Pero la vida siempre está ahí, en tu momento más álgido, para meterte una bofetada y recordarte que aquí no se flipa nadie. Solo ella.
Tras un tropiezo, siempre aparece el típico optimista que intenta sacarte todos los aspectos positivos, como si unas simples palabras hicieran de almohada ante la fatal caída de una derrota. Hoy me toca a mi ser ese tipo, porque aunque ahora veamos todo un poco nublado, el sol siempre vuelve a salir en Mallorca. Y, además ¿de qué nos vamos a quejar? Tenemos en la plantilla a nuestros tres Reyes Magos. Jagoba Arrasate, Robert Navarro y Johan Mojica han sido los encargados de regalarnos magia e ilusión en lo que llevamos de temporada.
Los tres han sido lo más destacado del conjunto bermellón esta temporada. Arrasate ha conseguido convertir a este equipo en una versión más ambiciosa. Actualmente, tras años soñando con llegar tranquilos a las últimas jornadas de liga, parece haber un cambio en la mentalidad de todo el mallorquinismo. Ya no se trata de sobrevivir, todos sabéis de lo que hablo, queremos más. De este sueño, Robert y Johan tienen mucha culpa. Desborde. Magia. Calidad. Justo el tipo de jugador que necesitaba el club. Ambos, desde su posición, generan todo el desequilibrio que ha colocado al Mallorca donde está.
Sextos en liga, con una Supercopa por disputar y con una ilusión que hacía mucho que no se veía por Son Moix. Este es el resumen de la temporada, dejando atrás el debacle de Pontevedra. Hay que ser optimistas, disfrutar de lo que estamos viviendo y aprender de los días malos, que seguro que vendrán más. Además, sonríe: no todos los equipos tienen a sus propios Reyes Magos.