Los mallorquinistas, después de lo visto en el debut liguero frente al Real Madrid, tienen motivos de sobra para ilusionarse. El comienzo de la ‘era Arrasate’ dejó un gran sabor de boca a todos los aficionados bermellones: el Mallorca logró rascar un punto contra el actual campeón de Europa, y pudo hasta llevarse los tres. También se pudo haber perdido, porque con la calidad que tienen jugadores de la talla de Mbappé o Vinicius, pueden decidir un partido en cualquier momento. Pero las sensaciones que dejó el equipo fueron muy esperanzadoras.
En el aspecto colectivo, se pudo ver que el Mallorca sigue teniendo algo que ha sido imprescindible para conseguir los objetivos de estas últimas temporadas: garra, esfuerzo y compromiso. Independientemente de cual sea el plan de juego, el gran sacrificio que realizan los jugadores seguirá siendo la base de los éxitos que pueda conseguir el conjunto dirigido por Arrasate.
Por otro lado, está claro que la idea propuesta por el técnico de Vizcaya puede darle un aire fresco al equipo… y también a la afición. En lo ofensivo, se pudo ver a un Mallorca que no estuve falto de ideas, a diferencia de lo que solía ocurrir con Javier Aguirre. Y en lo defensivo, los bermellones fueron agresivos en la presión y muy valientes en campo contrario, al mismo tiempo supieron manejar bien la situación cuando tocó replegarse.
En lo que respecta a lo individual, también hubo grandes noticias. Los dos fichajes que fueron titulares, Mojica y Asano, tuvieron un debut más que notable. El colombiano estuvo inconmensurable durante todo el partido, dejando constancia del gran salto que ha dado el club en la posición del lateral izquierdo. Y el extremo japonés, por su parte, demostró que está para algo más que ser un jugador de fondo de armario.
Después está el caso de Muriqi. El ‘Pirata’ no solo marcó y fue el MVP del partido, sino que dejó claro que ha recuperado su mejor versión. Su actuación fue excelente, dando catedra de lo que tiene que hacer un delantero en un contexto así. Su lucha, su compromiso y su sacrificio dentro del terreno de juego definen a la perfección la identidad de este Mallorca.
Puede ser que falte algún fichaje para completar la plantilla y que Ortells todavía tenga trabajo por delante. Pero después de lo que se vio en Son Moix el domingo, no cabe duda de que el inicio de la andadura de Jagoba Arrasate en el banquillo bermellón transmite mucha ilusión y muchas ganas de ver jugar al Mallorca cada fin de semana.