Después de varias semanas de calma y paz en Son Moix, Pablo Ortells se ha puesto las pilas en el mercado de fichajes con dos incorporaciones en dos días. La primera de ellas es Mateu Morey, lateral derecho proveniente del Borussia Dortmund y con pasado mallorquinista -abandonó la cantera en 2015-. Su insistencia para recalar en el conjunto bermellón tras haberse ofrecido hace un mes acabó convenciendo al club a pesar de las dudas que había. Y la segunda es la de Takuma Asano, extremo derecho que acababa contrato con el VfL Bochum de la Bundesliga e internacional con Japón.

El rendimiento que pueden ofrecer es una incógnita. Aunque cualidades tienen, y de sobra. Mateu viene de haber jugado cuatro partidos en las tres últimas temporadas debido a dos lesiones de gravedad que tuvo, las cuales cortaron por completo su progresión. Pero antes de eso, en la temporada 2020/21, fue titular en un Borussia con jugadores como Bellingham o Haaland. Ahora, con tan solo 24 años, tiene la oportunidad de volver a demostrar el nivel que tenía antes de que le llegaran las lesiones.

Mateu Morey jugando en las categorías inferiores del Mallorca. Fuente: RCD Mallorca

En lo que respecta a Asano, lo que está claro es que el Mallorca ha fichado un perfil de extremo japonés total. Rápido, con desborde y mucha calidad. Su gran trayectoria internacional, con nueve goles en 52 partidos, y su andadura en la Bundesliga, donde ha sido titular indiscutible en el Bochum, avalan su llegada. Sin embargo, a pesar de todo esto, y de que ambos llegan a coste cero, siempre hay algunos, y no son pocos, que critican este tipo de fichajes. Y lo hacen, simplemente, por desconocimiento.

Algo parecido pasó con el fichaje de Muriqi, y a los dos partidos, tenía a toda la afición mallorquinista a sus pies. Estamos en una situación en la que la opinión popular dicta si un futbolista en buen jugador o no sin conocerlo ni haberlo visto jugar. La realidad es que, la temporada pasada, sin irse más lejos, los fichajes que peor rendimiento dieron fueron en los que más se invirtió y en los que más expectativas había puestas. No es necesario mencionar nombres. Y en los que menos se puso el foco, como Samú Costa, terminaron siendo un pilar fundamental. Sin embargo, muchos aficionados siguen cometiendo el mismo error: juzgar antes de ver. Lo que es seguro es que, viniendo gratis, el Mallorca tiene poco que perder y mucho que ganar con estos dos jugadores.