Allá por inicios del 2022 aterrizó en la isla un tal Gio González. Pasó por debajo del radar de periodistas y no hubo rumores, así que el Mallorca fichó a un desconocido para la afición para reforzar una banda derecha que estaba ocupada por Maffeo y Joan Sastre (que terminó marchándose ese verano al PAOK).

Proveniente de Peñarol y con varias internacionalidades con la selección charrúa en su haber llegó como suplente de Maffeo, que estaba a un gran nivel, y apenas tuvo importancia con Luis García Plaza. Las sanciones y alguna lesión de corta duración del lateral catalán, ahora internacional argentino, dieron oportunidades a Giovanni de demostrar su valía. Se mostró siempre correcto, aunque poco destacado, y vio portería ante el Celta de Vigo. La llegada de Aguirre no supuso un gran cambio para él en ese final de temporada, aunque es cierto que empezó a contar con más minutos. 

En la 22/23 y una vez asentada la defensa de cinco que tanto ha caracterizado al Mallorca de Aguirre el uruguayo comenzó a tener más protagonismo, especialmente actuando como central cuando las lesiones mermaban el centro de la zaga bermellona. El carril derecho seguía ocupado por Maffeo, que estaba a un gran nivel y no daba opción a Gio de arrebatarle el puesto. El lateral (o carrilero) se descubrió entonces como una gran alternativa para ocupar las posiciones centrales de la defensa y sumó 15 partidos en liga, con alguna que otra titularidad. Aguirre había encontrado en él a un jugador polivalente y muy serio.

Este año, sin embargo, ha sido el punto de inflexión para Gio en el Mallorca. Ha rendido a un gran nivel en partidos de tremenda exigencia tanto de central como de carrilero, donde ha estado mejor que Maffeo (lastrado por las lesiones) en muchos tramos de la temporada. Además, el charrúa ha encontrado en el carril derecho una baza para ser peligroso y acumula 3 tantos y 3 asistencias esta temporada, con algún gol tan importante como el que metió en Anoeta que sirvió para llevar el partido a los penaltis y clasificarse para la final de Copa del Rey. El mallorquinismo sabe que si algo falla en defensa, ahí está Gio para tapar el agujero, tanto de central como de lateral. El uruguayo sube, baja, centra, remata y es intenso como el que más. No se le recuerda un partido malo a Gio, siempre correcto cuando está en el verde y ni una palabra más alta que la otra cuando deciden sentarle. 

Suma 34 partidos en liga esta temporada y ha estado presente en los partidos más importantes de copa. La importancia de Gio en el equipo está más que probada y supone un acierto más de Ortells, que pese a las voces críticas puede sumar un acierto más a su lista, pues recordemos que llegó gratis. 

Ante la posible marcha de Maffeo el Mallorca puede estar tranquilo teniendo a Giovanni en la recámara. El carril derecho de Son Moix está asegurado. Por ponerle un pero a Gio González hace bastante que no va con la selección uruguaya, pero parece más un problema que responde a la «locura» de Marcelo Bielsa que al nivel demostrado por el jugador bermellón.

Gio González, en Son Moix
Foto: RCD Mallorca