El Mallorca recibe hoy a la Unión Deportiva Las Palmas en la trigésimo quinta jornada de campeonato. Un duelo entre dos equipos que arrastran una muy mala dinámica.
Los de García Pimienta, sin embargo, llevan muchas jornadas con la tranquilidad de haber firmado virtualmente la salvación gracias a una primera vuelta tan buena como sorprendente. Los bermellones, en cambio, no logran certificar la permanencia a pesar de que Granada y Almería están sentenciados y el Cádiz no aprieta demasiado en la clasificación. Desde la final de Copa el equipo no reacciona y la afición se impacienta con un equipo que en liga no ha estado a la altura que se esperaba.
Las Palmas no es un equipo que se le dé especialmente bien al Mallorca ni como local ni como visitante. Sin embargo, la necesidad apremia y el Mallorca se erige como favorito para un encuentro que lleva marcado en rojo en el calendario desde hace varias semanas y más teniendo en cuenta la presión extra que supondría para un Cádiz que juega el domingo y lo hará a sabiendas del resultado cosechado por el Mallorca, que es ya el único equipo al que (virtualmente) pueden alcanzar los gaditanos.
Para buscar los tres puntos Aguirre podría apostar por un sistema con dos puntas y un centro del campo más creativo como ya hiciera ante el Atlético de Madrid. Ese día, ante un rival de más entidad, el plan le salió rana al mexicano, pero todo apunta a que saldrá con todo y no especulará.
Aguirre cuenta con prácticamente toda la plantilla para el encuentro y el factor campo debe ser importante para que el Mallorca sume tres puntos que le otorguen la tranquilidad necesaria para afrontar las próximas semanas, en las que habrá que ver qué sucede con el futuro del mexicano. Los pío pío, por su parte, quieren empezar a quitarse el gusto amargo que está dejando en la segunda vuelta de competición para arrancar la siguiente temporada con más confianza.
De ganar, la salvación estaría prácticamente certificada y la siguiente sería la cuarta temporada consecutiva de los bermellones en Primera División y significaría el asentamiento de un proyecto que, a pesar de algunas voces críticas, va viento en popa y sigue llenando de alegría al mallorquinismo.