El RCD Mallorca disputa este sábado su sexta gran final. El club ha jugado otras finales menores, pero aquí se busca destacar aquellas que jamás abandonarán la retina del aficionado bermellón, que acostumbrado a sufrir, marca en el calendario las noches de gloria (o casi gloria) que el fútbol le ha permitido vivir.
Madrid, 29 de junio de 1991: La primera vez
En 1991, después de apear a Gimnástica Torrelavega, CE Sabadell, Real Oviedo, Elche, Valencia y Sporting de Gijón, el Mallorca viviría la primera final de Copa del Rey de su historia. Con el agua al cuello en liga, los barralets soñaban con su primer título nacional. Dirigía Serra Ferrer desde el banquillo, que bien hubiese hecho en limitar a ello su vinculación con el Mallorca, en el Santiago Bernabéu. El Mallorca se enfrentaba al Atlético de Futre y Bernd Schuster. El equipo bermellón, liderado por figuras como Zaki, Ángel Pedraza, Chichi Soler o Miguel Ángel Nadal dio guerra a los colchoneros, perdiendo aún así la final con un gol en la segunda parte de la prórroga. En la primera finalísima de los baleares el equipo demostró, como ha seguido haciendo, que siempre es un hueso duro de roer en las grandes citas.
Valencia, 29 de abril de 1998: Resistencia estoica sin premio
La afición bermellona no tendría que esperar “demasiado” para ver a su equipo en otra gran final. El club llegó otra vez a la final de copa dejando atrás a rivales como Athletic Club, Celta o Alavés de la mano de Héctor Cúper. Esta vez, en abril de 1998, el Mallorca cruzaba el Mediterráneo en dirección Mestalla para enfrentarse a un Barcelona que tenía, entre otros nombres destacables, a Luis Figo, Rivaldo, y Luis Enrique en su once inicial, así como el ex mallorquinista Miguel Ángel Nadal, que años después volvería para darle a su equipo aquello que en el 91 no le pudo dar y le negó en el 98. Fue probablemente el primer gran desplazamiento de mallorquinistas.
El once del Mallorca era ultracompetitivo, como había demostrado en liga, donde consiguió el 5º puesto. Carlos Roa, Stanković, Valerón, Engonga… Nombres que el mallorquinismo más joven viene escuchando durante años como héroes que les quedan algo lejanos. El éxodo mallorquinista a Valencia, donde muchos aficionados no pudieron siquiera ver el tempranero gol de Stanković que adelantó a los suyos, terminó en derrota. Rivaldo empataría el partido mediada la segunda parte y después de una prórroga que fue un manual de resistencia bermellón jugándola entera con dos menos, el Barcelona se alzaría con el trofeo en una tanda de penaltis en la que el Mallorca erró 4 veces y el Barcelona 3. El mallorquinismo, después de un partido más que competido y mostrando garra y coraje, volvía de nuevo derrotado a la isla ocho años después.
Barcelona, 22 de agosto de 1998: El primer título
Aquella plantilla, o gran parte de ella, no tuvo que esperar ni medio año para tener oportunidad de redimirse. Con el doblete del Barcelona en la 97/98, el finalista de Copa era el clasificado para la Supercopa de España. Con un formato todavía de ida y vuelta, los de Héctor Cúper vencerían en el Lluís Sitjar al Barcelona por 2-1 con goles del recién llegado Dani García y Stanjović que remontaron el gol anotado por Xavi Hernández en la primera mitad. Quedaba la vuelta en todo un Camp Nou, pero para el delirio bermellón un solitario gol de Dani García adelantó al Mallorca en la primera mitad y prácticamente sin sufrir los bermellones levantaron el primer título de su historia. El título, a pesar de ser un trofeo considerado menor, fue el preludio e inicio de lo que sería una temporada inolvidable para el club y encendió más la llama del mallorquinismo, que lo celebró con una rúa y con su posterior recepción en Cort.
Birmingham, 19 de mayo de 1999. El no va más
En lo que es posiblemente la mejor campaña de la historia del Real Mallorca, con una tercera posición liguera a solo dos puntos del subcampeonato, el Lluís Sitjar se convirtió, si no lo era ya, en un auténtico fortín. Por ahí pasaron Hearts, el mítico club escocés, Genk, el extinto Varteks Varazdin y todo un Chelsea. Ninguno fue capaz de vencer en la isla y desde el Lluís Sitjar alrededor de 8.000 aficionados bermellones viajaron hasta el sur de Inglaterra para visitar Villa Park. El no va más, los bermellones iban a disputar una final europea. El Mallorca logró en su primera participación continental llegar a la final del torneo. Toda Europa miraba a Villa Park preguntándose quiénes eran los de rojo. En Birmingham se disputaba la final de la Recopa de Europa, donde aguardaba la mítica Lazio de Nedved, Vieri o Nesta, que se proclamó la siguiente temporada campeona de la Serie A y de la Coppa de Italia. Sobre el césped de Villa Park y vestidos de rojo estaban Olaizola, Ibagaza, de nuevo Stanković, Dani García, Miquel Soler… El Mallorca puso contra las cuerdas al club italiano, que vio como Dani García igualaría el gol inicial de Pavel Nedved y como los bermellones se mostraban superiores sobre el terreno de juego. Aún así, el pedigrí continental y la calidad individual de la Lazio se impusieron finalmente al empuje del Mallorca con un gol de Vieri a falta de diez minutos para el final. Sin tiempo para la reacción, el equipo de Cúper, ya acostumbrado a disputar finales, cayó derrotado. Como olvidar aquella desoladora portada de Marca.
Elche, 28 de junio de 2003: Esta vez sí
Con Gregorio Manzano a la cabeza y, de nuevo, después de firmar una buena campaña liguera, el Mallorca disputaba la 3ª final de Copa del Rey de su historia. Dejando KO al Valladolid, al Madrid de los galácticos y al SúperDépor los bermellones llegaron como favoritos al Martínez Valero, donde se enfrentarían al Decano. El Recreativo de Huelva, que descendió esa misma temporada, tenía la oportunidad de colocar por primera vez en su historia en título en sus vitrinas. Aproximadamente 15.000 mallorquinistas se dieron cita en el Martínez Valero después de viajar mayoritariamente por mar. Esta y por primera vez el Mallorca era el favorito, el Recre había llegado sin hacer mucho ruido a la final, en la zona del cuadro más asequible y en el horizonte esperaba el Mallorca de Leo Franco, Eto’o, el ‘rifle’ Pandiani, el ‘caño’ Ibagaza, Albert Riera, Miguel Ángel Nadal o “Carlitos”. Los bermellones se mostraron muy superiores desde el principio del partido y después de alguna ocasión Walter Pandiani desataría la euforia en la grada mallorquinista anotando un penalti en el 20’ de partido. El Mallorca controló el encuentro en medio de una calma tensa hasta que el ídolo de todos, Samuel Eto’o, se sacó de la manga un postrero doblete que sentenciaba por completo el partido. La moneda salió cara esta vez para un Mallorca que levantaba su primer y único gran título ante una multitud que inundaba el fondo del Martínez Valero. Miguel Ángel Nadal alzó al cielo de Elche la copa de la que presume todo el mallorquinismo.
Madrid, 27 de agosto de 2003: la venganza de los galácticos
La última final disputada por el Mallorca fue la de la Supercopa de España en 2003. Como campeón de copa se enfrentaría al Madrid, al que eliminó brillantemente en 1/4 de final de Copa del Rey en su camino hacia el trofeo. Los bermellones vencerían en la ida por 2-1 en Son Moix y tres días después tendrían que visitar el Santiago Bernabéu. Esta vez el Madrid de los galácticos no cayó derrotado y con un 3-0 en el que anotaron Ronaldo, Figo y Beckham levantó el trofeo. Con la resaca copera aún en la cabeza y teniendo en cuenta la magnitud del rival, no fue la derrota más decepcionante e inesperada.
Sevilla, 6 de abril de 2024: toda una final por escribir
Queda toda una final por escribir, pero se puede escribir el principio. Después de un inicio de temporada tormentoso e incluso decepcionante se podría decir, el Mallorca se encuentra en el mes de abril con la salvación a tiro de piedra y con una final de Copa del Rey y su consecuente clasificación a competición europea a la vuelta de la esquina. Es la noche soñada por toda aquella generación de mallorquinistas nacidos a principios de siglo que si bien han oído historias de leyenda no han podido vivirlas todavía. Más de dos décadas hace de los Eto’o, Ibagaza, Stankovic, Roa, Miguel Ángel Nadal… Esta generación, gane o pierda el sábado, ya tiene a sus héroes. Antonio Raíllo, Martin Valjent, Dani Rodríguez, Antonio Sánchez, Abdón Prats… Y alguno que me dejaré. Todos estos nombres tendrán un hueco en la memoria colectiva del mallorquinismo, que después de una larga travesía vuelve a tener una noche con la que soñar. En la mano de los nuevos está escribir su nombre en los libros de historia mallorquinista. Hasta entonces, sigan soñando.