En Son Moix ahora todo es felicidad, alegría, ilusión… A 8 puntos del descenso y en una final de Copa, quién nos lo iba a decir. Pero supongo que todos recordaremos aquellos meses, desde septiembre hasta diciembre, en los que hubo una serie de partidos en los que el Mallorca no era capaz de ganar. Diez jornadas consecutivas en las que los de Aguirre estuvieron sin sumar de tres, rozando los puestos de descenso, pero sin llegar a entrar.

Supongo que todos recordaremos también aquel momento de tensión entre Sebastià Adrover y Javier Aguirre en la rueda de prensa posterior al partido frente al Cádiz (1-1), en la que el periodista del Diario de Mallorca le preguntó al técnico si veía que su puesto corría peligro. “Esa pregunta no creo que se la hagas a otro entrenador. Esa pregunta huele mal”, respondió el mexicano. No eran pocos los mallorquinistas que pedían su cabeza ante la situación que vivía el equipo.

Y ahí fue donde el Mallorca hizo un buen trabajo. En aquel momento, Aguirre y su cuerpo técnico taparon las debilidades que había y fueron creando un bloque más sólido. Pero si la dirección deportiva hubiese hecho caso a aquellos que pedían la destitución del “Vasco”, otro gallo cantaría. Viéndolo ahora con perspectiva, está claro que esa decisión hubiese sido un error. Ortells y su equipo también han sido partícipes de la fortificación del equipo y de la buena dinámica que atraviesa actualmente.

Basta con ver fijarse en los últimos siete clasificados de la tabla. De ellos, el único que no ha cambiado de entrenador ha sido el Mallorca. En el fútbol, las temporadas son muy largas y hay tiempo de sobra para tomar decisiones. No hay que mirar con las luces cortas, sino con las largas. La clave fue poder ver que este grupo de jugadores, en aquel momento tan delicado, estaba más cerca de la victoria que de la derrota, como así ha sido. Si por aquel entonces nos hubiesen dicho como íbamos a estar ahora, ¿cómo habríamos reaccionado? La temporada todavía no se ha acabado, pero en la situación en la que está el conjunto bermellón ahora, ya toca empezar a repartir notas… Y las notas en el Mallorca son muy altas.