Ayer todo el mallorquinismo lloró la muerte de Bartolomé Beltrán, hoy el Mallorca tiene que homenajear la figura de uno de los expresidentes más importantes de la historia del club ante la Real Sociedad a partir de las 18.30 en Son Moix. 

Los de Javier Aguirre no tienen la urgencia palmaria de conseguir la victoria. Sacan seis puntos al Cádiz, que marca el descenso, y tres al Celta, que es el primero equipo que se salvaría, y eso que los bermellones han jugado un partido menos. Un triunfo supondría tapar el peligro del pozo, acercar la permanencia y permitiría pensar en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey.

Una victoria ante el equipo Txuri-Urdin supondría pegar un golpe encima de la mesa. El descenso se iría a los nueve puntos y cortar la maldición blanquiazul. Hace más de diez años que los bermellones no vencen a los donostiarras. El equipo de Javier Aguirre recupera a Martin Valjent y todavía sigue sin contar con Pablo Maffeo. El resto, todos disponibles.

Llegó el bendito problema al entrenador mexicano. Muriqi, Abdón y Larin están disponibles. Pero, es imposible que los tres jueguen de inicio. Toca tomar una decisión. El kosovar y el artanenc son los máximos goleadores del equipo, pero el canadiense es el único que puede romper a los centrales en velocidad. 

Todo apunta a que saldrá con dos delanteros: Abdón y Muriqi, los mismos con los que marcó dos goles al Rayo Vallecano la semana pasada. Sacrificará a un futbolista en el medio campo, seguramente Sergi Darder. También volverá al once Samú Costa en detrimento de Mascarell. 

La Real Sociedad viene de perder en el Parque de los Príncipes ante el PSG y de acumular varias derrotas y encuentros sin marcar. Los donostiarras atraviesan una crisis. Y el Mallorca debe ahondar su herida. Abrirla y agrandarla porque una victoria hoy supondría una alegría enorme para los bermellones. Primero, por alejarse del descenso y segundo para homenajear a Bartolomé Beltrán.