El paraíso en el fútbol es una victoria. Y de eso Javier Aguirre sabe mucho cuando visita San Mamés, su particular Jardín del Edén.
El Mallorca visita este viernes a las 21.00 el campo del Athletic de Bilbao en una situación dubitativa en LaLiga e ilusionante en la Copa del Rey. Con veinte puntos, cuatro más que el Cádiz, quien marca el descenso, necesita coger aire para pensar sin agobio en sus quintas semifinales de la Copa del Rey. Las disputa contra la Real Sociedad el martes, tiempo suficiente para recuperarse del esfuerzo ante los leones.
Hace mucho que los bermellones no ganan en San Mamés. La última vez fue el 2 des mayo de 2010. Los isleños vencieron por 1-3 con los goles de Chory Castro, Nunes y Aduriz. Desde entonces, el Mallorca ha visitado siete veces el feudo bilbaíno con un balance de seis derrotas y un empate, con Javier Aguirre, la temporada pasada. La cifra goleadora desde aquel partido de hace casi catorce años tampoco es halagüeña. Solo ha marcado dos tantos y ha recibido trece, casi dos goles por partido de media.
Los datos de Javier Aguirre son muy diferentes. En Bilbao ha perdido poco. Muy poco. Ha visitado el templo del Athletic con Osasuna, Atlético de Madrid, Zaragoza, Espanyol, Leganés y Mallorca y solo ha perdido con dos equipos: el Osasuna y el Zaragoza. Cuenta las derrotas con los dedos de una mano.
El Vasco ha jugado delante de la afición bilbaína en once ocasiones con un balance muy positivo: seis victorias, dos empates y tres derrotas. Es un bagaje muy goloso para no haber liderado transatlánticos. En las últimas cuatro ocasiones que ha jugado en San Mamés sus números invitan a soñar a la hinchada mallorquinista. Con el Espanyol ganó las dos veces (0-4 y 1-2), con el Leganés venció (0-2) y con el Mallorca empató la temporada pasada (0-0).
Su última derrota fue la más dolorosa. No solo significó un tropiezo, sino que después de ese encuentro dejó de entrenar al Zaragoza en 2011. Los números de Javier Aguirre en San Mamés invitan a soñar y este viernes el Mallorca intentará agrandar más el Jardín del Edén de Javier Aguirre.