El fichaje estrella de esta temporada, en el que más expectativas había, y las hay todavía puestas, es el de Sergi Darder. Además, recordemos que el Mallorca pagó 8 millones más dos en variables al Espanyol, lo que le convirtió en el fichaje más caro de la historia del club. Con las marchas de Galarreta y Kang In Lee, los bermellones necesitaban en el medio campo un jugador de calidad y con buen toque, un jugador que fuese el timón en la medular. El Mallorca lo apostó todo por el «Mago de Artà».

En los primeros partidos no se vio al mejor Sergi Darder, ni mucho menos. El primer factor que le debió perjudicar fue no poder hacer pretemporada con el equipo. El ex del Espanyol llegó solo un día antes de la primera jornada. La posición que ocupó durante algunos partidos, escorado a la banda, tampoco le benefició. Donde mejor rinde es jugando por dentro.

A partir de Vallecas, se pudo ver al «10» del Mallorca jugando más centrado y donde más cómodo se siente, y como consecuencia de esto, teniendo más incidencia en el juego. Aquel mismo día, el «Mago de Artà» sacó la chistera y le dio una gran asistencia a Antonio Sánchez. Sin embargo, cuando se empezaba a ver su mejor versión, cayó lesionado a la jornada siguiente contra el Valencia.

Real Sociedad y Getafe fueron los partidos que se perdió el centrocampista bermellón. En esos encuentros, el Mallorca no marcó ningún gol. Y esto no es casualidad. Cuando Darder no está, la producción ofensiva del equipo de Javier Aguirre se ve empobrecida. Es cierto que contra la Real Sociedad el balón no quiso entrar, pero frente al Getafe, un partido que era clave, los bermellones apenas produjeron ocasiones claras. No hay ningún jugador que le de facilidades a los delanteros para que marquen como lo hace el «10». 

El mejor ejemplo que se puede dar para demostrar esto son los primeros minutos de la segunda parte frente al Betis. Darder volvía de la lesión y fue suplente. Pero con la expulsión de Mascarell, Aguirre optó por introducir al de Artà para equilibrar el medio campo. A pesar de que el Mallorca estaba con 10, la entrada del ex del Espanyol le dio dinamismo a los ataques de los mallorquines. De hecho, los bermellones estuvieron a punto de empatar el encuentro gracias a una genialidad suya. Un centro perfecto de Sergi que Muriqi le arrebató a Cyle Larin. De haber rematado el canadiense, que estaba en una posición más clara para hacerlo, esa acción podría haber significado el 1-1.

Está claro que el Mallorca necesita la mejor versión de Sergi Darder, y más en este momento tan delicado, en el que el equipo puede caer a descenso con el aplazamiento del partido frente al Cádiz. Actualmente es el máximo asistente del equipo, con tres pases de gol. Sus conducciones, su criterio y su calidad son diferenciales. No hay ningún jugador en la plantilla que tenga las condiciones técnicas que tiene él. Su importancia y su incidencia podrían equipararse a la de Muriqi, considerado popularmente como el jugador más influyente del conjunto bermellón. 

Sergi Darder, entrenando en Son Bibiloni.
Foto: RCD Mallorca