El parón de selecciones está llegando a su fin y el fútbol vuelve a LaLiga EA Sports. Los soldados de Javier Aguirre no han tenido el inicio que se esperaba tras un mercado más que ilusionante. Los fichajes están tardando de más en dar resultados y las lesiones de jugadores importantes se están haciendo cuesta arriba. La ausencia de Antonio Raíllo y Pablo Maffeo en defensa se han notado, o la reciente lesión de Sergi Darder, hacen que sea un más difícil todavía.
Pero hay una constante que no desaparece en el once del Mallorca: Dani Rodríguez. El tigre de Betanzos ha demostrado estar a un nivel fantástico. Ha sabido reponerse de momentos muy difíciles, que él mismo admitió, y ha encontrado un sitio en el once que nadie, de momento, le puede quitar por rendimiento.
???? Palo gordo de Dani Rodriguez a los nuevos…
— Juanmi Sánchez (@JUANMISB97) September 23, 2023
????️ “Tenemos que hacer autocrítica y exigirnos, porque con esto no llega para ganar partidos. Ya somos mayorcitos para adaptarnos rápido. Hay que mirarse el ombligo y autoexigirse». pic.twitter.com/hdjR48kerq
Dani Rodríguez, indiscutible para Aguirre
Y es que la figura de Dani no se queda en una pieza indispensable en el esquema del vasco Aguirre, sino que ha cogido más galones tras la ausencia del Kaiser Raíllo. En el momento más delicado para el fútbol tequila, tras un descalabro en Montilivi inexplicable, de la nada se escuchó un rugido que puso firme a todo el vestuario. Se puede perder, pero lo que nunca se puede negociar es dejarse la piel. «Tenemos que hacer autocrítica, ya somos mayores para adaptarnos rápido», confesaba tras perder 5-3 ante el Girona.
Puede ser casualidad, pero desde aquel encuentro, si bien es cierto que los resultados se resisten, el equipo ha vuelto a mostrar esa garra y carácter que enamoró a Son Moix. El rendimiento del Tigre ha sido sensacional y jugadores como Abdón o Antonio Sánchez han dado un paso al frente, demostrando que todos los jugadores son fundamentales.
Dani Rodríguez ha demostrado ser un líder silencioso cuando se le necesita, pero también es capaz de rugir para dar el toque de atención cuando se necesita. Sin el Kaiser Raíllo, y los resultados que no acompañan, se necesitaba a alguien que espabilase al equipo, en especial en el campo. El Tigre rugió, y el equipo respondió.