En estas ultimas semanas, la cuestión de la posible creación de un Mallorca femenino ha sido un tema recurrente. El Mundial ganado por Cata Coll y Mariona Caldentey abrió los ojos a muchos mallorquinistas, aficionados que ven la realidad del fútbol femenino en nuestro país y echan en falta una sección femenina en el Mallorca. En la actualidad hay hasta cuatro equipos de Primera sin esta sección -Getafe, Celta, Las Palmas y Mallorca-, pero recientemente salió una información sobre el Celta en la que se afirmaba que ya se estaban poniendo con ello. Esto, reavivó el debate en la isla. ¿Por qué todavía no hay Mallorca femenino? ¿Cuánto tiempo más hace falta?
Pues la respuesta, según lo que afirmaba sobre todo Alfonso Díaz, es que hacía falta estabilizar el club. Recordemos que el Mallorca quedó noveno la campaña pasada, pero tiene todavía en activo la reforma del estadio y viene de un gran mercado de fichajes en cuanto a inversión se refiere. Los jugadores pueden dar o no el nivel, pero el dinero invertido está ahí, nadie lo puede negar. Una vez conseguida la estabilidad, todo parece cuestión de plazos. Hace dos años era a largo plazo, el año pasado a medio plazo y ahora, según Ortells, «es un proyecto a corto plazo».
Es un gran paso, sin duda. Que el proyecto haya pasado en dos años de largo a corto plazo es una gran noticia, pero queda materializarlo. El propio Ortells expresaba en Fibwi las dudas sobre el cómo hacerlo, «no sé si directamente con un primer equipo o empezar desde más abajo y que vayan creciendo categoría a categoría«, preguntas que también se había hecho Alfonso Díaz anteriormente. Es una decisión difícil y muy importante, por lo que hay que tener a las personas adecuadas.
En lo que sí es claro Alfonso es en que «una sección femenina no se puede hacer de una manera cualquiera». Completamente de acuerdo. Eso sí, cuidado con quedarse demasiado atrás. El auge del fútbol femenino se produce a pasos agigantados, lo que quiere decir que el producto también se encarece y hace más difícil la entrada de clubes desde cero. En este preciso instante, los sindicatos se encuentran reunidos con la Liga F, al igual que en los últimos 10 días, negociando el convenio colectivo. El fútbol femenino español es profesional y todo tiene que ir acorde a ello.
Cuanto más tarde, más dinero, eso es así de fácil. Cada año, los salarios aumentan, las infraestructuras pasan a tener unas condiciones que cumplir y, en definitiva, todo se profesionaliza. El equipo femenino ya no es algo que tener por tener, sino una sección como otra cualquiera de la que hay que hacerse cargo. Ya no vale invertir el mínimo o mandar ahí a personas que no valen para el fútbol masculino, se necesita una apuesta firme. El Mallorca la necesita. Y si toda esta espera sirve para que el Mallorca entre con fuerza en el fútbol femenino, bienvenida sea.
Ahora, lo único que nos queda es esperar a ver qué significa el corto plazo de Pablo Ortells. El Mallorca va tarde, eso es una realidad, y quién sabe si el Mallorca estaría en la Liga F si hubiese continuado con el proyecto de hace más de una década. Lo que sabemos a ciencia cierta es que los peores años en cuanto a gestión parecen haber pasado y ahora es el momento de retomarlo, que vuelva un Mallorca femenino y que tantas niñas que se ven en Son Moix puedan soñar con defender la camiseta bermellona. Se acabó el hablar de plazos. Hablemos de ahora.