El Atlético Baleares de Tato continúa sin ganar y lo que es peor, perdiendo (1-2). El Málaga de Pellicer se lleva los tres puntos en un choque donde Dioni Villalba ha marcado el gol de la victoria en su regreso al Estadio Balear. Con un punto de nueve, el Baleares necesita sumar de a tres como el comer. Por otro lado, fuera del ámbito deportivo, quieren que ocurra una desgracia. A las 12:00h en Mallorca con el sol en su cumbre nadie en su sano juicio puede programar un encuentro de fútbol al aire libre. Y llegó el susto. Un desmayo a los cinco minutos de arrancar el encuentro. Cuando va tanto el cántaro a la fuente, alguna vez ocurrirá una desgracia y no valdrá echarse las manos a la cabeza. 

En relación al partido: los primeros minutos han sido los mejores del equipo de Tato. Un acoso y derribo en toda regla. Avisaron los balearicos con un remate de Felix Ofoli al larguero que fue anulado por fuera de juego. Y cuando más entraron en juego Armando Shashoua y Roberto Alarcón atemorizaron a los malacitanos. Antes del primer cuarto de hora el Baleares se adelantó en el marcador con un gran remate de cabeza de Villapalos con un buen córner lanzado por Alarcón. Se gustaban los blanquiazules, pero los andaluces avisaron con un mano a mano de Roberto que paró bien Jero Lario.

Otra buena triangulación de Alarcón y Shahoua que acabó en un disparo de David Rodríguez casi logra el gol de la tranquilidad, pero paró bien Herrero. Llegó la media hora de encuentro y toda la intensidad con la que arrancaron los locales se vino abajo. Empezó a llegar el equipo de Sergio Pellicer y tras una internada por banda de Víctor García, Roberto marcó el tanto del empate. Tablas al descanso con una imagen esplendorosa del Baleares.

El Atlético Baleares, de más a menos

Tras la reanudación, los andaluces salieron más enérgicos y pagaron la lesión de Juanra y la entrada de Nana en defensa porque, aún jugando con cinco defensas dejaban muchos huecos atrás. Y la ley del ex se cumplió. Dioni marcó tras un mal rechazo de Jero. El equipo estaba aturdido y Tato se dio cuenta. Quitó la línea de cinco y metió a Jorge Martínez por Loren. Con este cambio de entrenador casi llegó el empate porque al ‘nueve‘ blanquiazul le faltó un pelo para batir a Herrero y poner el 2-2.

El partido estaba roto y podía caer tanto la sentencia como las tablas. Si primero la tuvo el Baleares, luego tuvo que salvar Lario un cabezazo tras un córner. Los blanquiazules estaban volcados pero no llegaron las ocasiones. En defensa dejaban más espacios que un queso francés porque tanto Larrubia como Hernández pudieron sentenciar y helar al Estadio Balear. A la desesperada lo intentaron Ofoli y Shashoua, pero no evitaron continuar sin lograr la victoria.

Armando, durante un partido con el Atlético Baleares (Foto: ATB).
Foto: ATB