Con una publicación en Instagram, Iddrisu Baba nos avanzaba algo que ya se sabía: su marcha del Real Mallorca. El centrocampista ghanés se marchaba a Almería este pasado miércoles por la noche para fichar por el equipo andaluz. Parece ser una petición expresa de Vicente Moreno, y una pieza fundamental en la operación que el Mallorca va a cerrar por Samú Costa. Un cambio de cromos,  un trueque que beneficia a todas las partes. Sin embargo, el mallorquinismo no parecía estar del todo preparado. Al menos eso ha demostrado desde que la televisión pública de Baleares le pilló facturando en el aeropuerto de Palma. «No estoy ni mal ni bien, estoy regular«, reconocía con la mirada perdida.

Baba ha tenido muchos momentos de incertidumbre. Errores. Pero era nuestro Baba. Y a veces, no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes. Porque Baba también tuvo noches dulces. Aciertos. Despuntó una noche de San Juan, una que todo mallorquinista recordará. Ese partido ante el Deportivo de La Coruña significó el ascenso del equipo bermellón a Primera División; y también la transformación de Baba: de pulpo a kraken. Con el ‘28‘ en la espalda, Baba dio un paso adelante de vital importancia, con Vicente Moreno en el banquillo. Ya en Primera la cosa fue más discreta. Tal y como se ha dicho antes: a veces iba maravillosamente bien; en otras, lo mejor era pasar rápidamente la página.

Con Luis García Plaza, de nuevo en Segunda, su importancia en el once titular disminuyó considerablemente. También os digo, era muy difícil quitar de ahí a Salva Sevilla o Íñigo Ruiz de Galarreta. «A Baba le va mejor jugar en Primera, está claro«, decían muchos. Pese a ello, terminó jugando casi una treintena. También, aún con el madrileño en el banquillo, y ya en LaLiga, Baba recuperó la confianza siendo al final importante para Javier Aguirre. El mexicano, durante el curso pasado, siguió apostando por él. En total, el ghanés ha jugado 150 partidos con el Mallorca -entre Liga y Copa- y marcado un gol.

El pulpo de Ghana conquistará nuevos mares en Almería, pero su corazón parece que quedará durante mucho tiempo en Mallorca. «Es muy triste dejar un lugar al que considero mi hogar, un club en el que he vivido muchísimos buenos momentos. Casi una década compartida con la familia rojinegra y, de repente, me despido. El viaje continúa deseando a cada uno de vosotros, mallorquinistas, lo mejor. Hasta que nos volvamos a encontrar, deciros que os quiero mucho, y muchas gracias por las oportunidades y experiencias que hemos compartido juntos. Una vez mallorquinista SEMPRE mallorquinista. Força Mallorca!«, expresaba Baba en sus redes sociales.