El último baile. La celebración de una temporada idílica. El RCD Mallorca dice adiós en casa. Junto a su gente. En un feudo donde todos saben cómo entrar, pero pocos cómo salir. El conjunto bermellón recibe al Rayo Vallecano de Andoni Iraola, en un choque donde los franjirrojos se juegan el pase a Conference League, aunque no dependen de sí mismos para la hazaña. El técnico mexicano, Javier Aguirre, estrena renovación en un encuentro donde ha asegurado que hay elementos para que salgan las cosas bien.
Una gran parte del éxito mallorquinista ha pasado por Son Moix. El conjunto de Aguirre se ha hecho fuerte y ha demostrado que como en casa, en ningún sitio. Los bermellones suman seis partidos consecutivos sin conocer la derrota como local (G3, E3), dato que perturba a los vallecanos, ya que es el único club de Laliga que no gana a domicilio desde principios de febrero. El Rayo necesita una carambola para llegar a los puestos europeos, mientras que los insulares buscan puntuar para acabar lo más arriba posible.
Ambos equipos cierran el campeonato con la enfermería vacía. Las únicas bajas son Clément Grenier por parte de los bermellones y el capitán del Rayo Vallecano, Óscar Trejo. Javier Aguirre recupera a Antonio Raíllo, Ludwig Augustinsson e Íñigo Ruiz de Galarreta para encarar la última fiesta en casa. El técnico ha confirmado en rueda de prensa que saldrá al verde con Leo Román y diez más.
El adiós a una temporada de ensueño. Con 47 puntos, a falta de una jornada, el conjunto bermellón puede presumir de haber registrado su puntuación más alta en liga desde la temporada 2011-12, una gesta que avala el gran año del equipo y que demuestra que el mejor momento para matar es cuando ya te dan por muerto.