Lo que era un secreto a voces, ahora ya es oficial. Íñigo Ruíz de Galarreta jugó su último partido como bermellón el pasado domingo, dejando atrás tres años donde se ha convertido en uno de los jugadores más importantes de la plantilla. Ahora, parece que pondrá rumbo al País Vasco para recalar en el Athletic Club de Bilbao, el equipo de su tierra, donde ya estuvo hace unos años.

Tres temporadas ha estado Galarreta en el Mallorca, marchándose con un ascenso, una permanencia y el reciente noveno puesto a sus espaldas. Además, siendo importante en todas y cada una de las temporadas. «Ni en mis mejores sueños hubiese imaginado vivir momentos tan increíbles como los que hemos vivido juntos«, afirma en el comunicado que ha publicado en sus redes sociales. 

En este tiempo como bermellón, además, tuvo que superar una nueva lesión de ligamento cruzado anterior, algo que ha sufrido en más de una ocasión en su carrera. Es por ello por lo que ha querido referirse a la afición por «todo el apoyo que me distéis en el momento de la lesión». Aun así, este contratiempo, que le hizo perderse la segunda mitad de la temporada 21/22, no frenó su desarrollo, ya que volvió tal y como se fue: siendo el director de orquesta, el encargado de controlar al Mallorca desde el centro del campo. Esto, por supuesto, se mantuvo hasta el último partido, encuentro que quiso jugar a pesar de volver de lesión. No se quería ir sin despedirse de un Son Moix que no dudó en ovacionarle y aplaudirle al ser sustituido.

Ahora, pone rumbo a su casa. Para el Mallorca era difícil retener a un jugador así con una oferta del equipo de donde salió, algo que finalmente se ha concretado. Íñigo Ruíz de Galarreta se va dejando un muy buen recuerdo en la mente de cada mallorquinista, y el Mallorca le dejará muy buen recuerdo a ‘Gala’. «Desde la distancia seré un mallorquinista más. Gracias por tanto, nos vemos pronto», concluía.