Son Moix y todos los mallorquinistas están de celebración. El RCD Mallorca ha logrado el objetivo y la permanencia es una realidad. Los de Javier Aguirre sabían que el partido de hoy era fundamental para no sufrir, y si bien es cierto que el Mallorca tendrá tranquilidad, el encuentro de hoy ha sido de mucho sufrimiento.

Las bajas en defensa se notaron al ver la alineación, pero en el partido parecía que Antonio Raillo estaba en la zaga. Una primera parte en la que el Cádiz entendió que era a vida o muerte. Mientras que el Mallorca salió algo dormido, aunque poco a poco se fue soltando. Y el balón parado fue, una vez más, clave.

La pizarra de Aguirre volvió a dar alas a los bermellones y tras aguantar el primer arreón del Cádiz, un cabezazo de Baba se estrellaba contra el larguero y Maffeo enganchaba el rechace para mandarlo al fondo de la red. Con esto el Mallorca tenía medio partido hecho, ya que en Son Moix nadie ha remontado esta temporada. La primera parte terminaba con el Cádiz asomándose poco a poco, mientras el Mallorca esperaba atrás.

La segunda parte fue mucho más del equipo andaluz en cuanto a posesión. Una situación a la que estamos acostumbrados, pero esta vez el Mallorca no encontraba salir rápido. Raijkovic volvió a lucirse con una parada de muchos quilates. La respuesta de Muriqi no se hizo esperar, pero su cabezazo se iba fuera por poco.  Para acabar el partido, el mago Kang-In Lee marcaba a placer en una portería vacía. Eso sí, el árbitro lo anulaba por un fuera de juego milimétrico.

Hoy el Mallorca volvió a ganar. Son Moix volvió a sonreír. Y los mallorquinistas están de celebración. La permanencia es una realidad. Parece que el proyecto dirigido por Aguirre va a más. Y mucho ojo, porque quién sabe si el Vasco tiene un plan para darnos alguna sorpresa más. Tres puntos son los que separan al Mallorca de un sueño.