Tanto Barcelona como Mallorca han cumplido con sus respectivos objetivos esta temporada. Los de Xavi han conseguido alzarse con el título liguero varias temporadas después y los de Javier Aguirre se han salvado con cuatro jornadas de antelación. Ambas aficiones están satisfechas y miran el final de temporada agónico de la parte baja con una copa y un puro, expectantes de qué deparará este amado deporte.

Aunque es cierto que los bermellones matemáticamente todavía pueden lograr la matrícula de honor si alcanzan la plaza que da acceso a Conference. Sería un milagro pues tienen que ganarlo todo y tanto Osasuna como Athletic y Girona deberían perder bastantes puntos.

Hoy es el día señalado de las despedidas. Los azulgrana se despiden del viejo Camp Nou y la temporada que viene jugarán sus partidos en Montjuïc, mientras que la constructora turca Limak remodela el estadio culé. También este es el último encuentro como mínimo de Jordi Alba y Sergio Busquets vistiendo el azulgrana en su feudo. Estos veteranos futbolistas se espera que parten de inicio como titulares en un choque histórico para ellos.

Por ello el equipo de Xavi querrá hacerlo bien ante los de Javier Aguirre que llegan -otra vez- diezmados contantos jugadores de baja. Ni Nastasic, Raíllo, Hadzikadunic, Galarreta, Kang In Lee, Antonio Sánchez ni Augustinsson podrán jugar ningún minuto. Es por eso que el Vasco se encuentra en la encrucijada de si optar por jugadores de la cantera para cubrir las bajas, sobre todo en defensa, o forzar con Jaume Costa y Gio González, que en el último choque no jugaron  más de 45 minutos. Aunque sí ha confirmado la titularidad de Dominik Greif.

Y todo en una tarde-noche de transistores con nueve partidos en juego que dirimirán o acercarán a algunos a puestos europeos y a otros al infierno de la segunda división. 

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