Partido muy importante el de Valladolid, por el rival, por la situación en la tabla y, en especial, porque los de abajo no estaban sumando esta jornada. Tocaba reivindicarse fuera de casa y hoy podía ser un buen escenario, eso sí, el Mallorca llegaba con muchas bajas.

Además, el equipo necesita sumar de a tres viendo cómo se aprieta la zona de abajo y más aún echando un vistazo a la jornada, puesto que los rivales directos no han conseguido ganar. 

La primera parte empezó bien para el Mallorca, sin el control de la posesión, pero si de las ocasiones. Este es un plan al que los de Aguirre están acostumbrados y no se sienten incómodos. El primer aviso fue de un disparo desviado de Amath y las esperanzas bermellonas aumentaban.

Un mano a mano que tapaba Masip a Amath y un intento posterior de regatear al meta pucelano eran las ocasiones más claras del partido. El Mallorca era superior y no necesitaba el balón.

Pero la falta de concentración volvió en la zaga rojilla y en una pérdida de balón en el centro del campo condenaba a una contra pucelana que terminaba Kike Pérez con una volea brutal. Este golpe en el mentón fue muy duro para el Mallorca y se fue a vestuarios por debajo en el marcador, pese a la superioridad.

El fútbol solo entiende de una ley, y es que si perdonas, lo pagas. Y en este caso el Mallorca lo veía muy claro. Tendrían que cambiar mucho las cosas en el segundo tiempo para sacar algo del José Zorrilla.

Para sorpresa de todos, la segunda parte empezaba y el equipo salía con una intensidad que hacía tiempo no veíamos lejos de Son Moix. Y esto se tradujo en una remontada que podría haber sido extraordinaria. En el minuto 58 el Mallorca le había dado la vuelta al marcador con un cabezazo de Muriqi y un latigazo de Morlanes aprovechando un rechace. Tan rápido como lo leen había sucedido y ahora tocaba ver si el equipo iba a por más o aguantaba el resultado.  

Aguirre optó por lo segundo, a pesar de lo que comentaba en su rueda de prensa previa, y al equipo no le dio. El empate llegó en una nueva laguna defensiva con un remate a bocajarro dentro del área y la remontada pucelana la culminaba Monchu con un cabezazo solo. Ya solo quedaba ir con todo a rascar un punto. 

Menos de cinco minutos quedaban y el Mallorca se vuelca al ataque. Logra sacar una falta y no queda otra que colgarla y rezar a Muriqi. Las plegarias fueron escuchadas y el Kosovar conseguía sacar un penalti. Eso sí, con suspense, puesto que el VAR se tomó su tiempo para ver la mano del defensa Blanquivioleta. Muriqi no perdonaba desde los 11 metros y el Mallorca logra el primer punto fuera de Son Moix en 2023.

A pesar del empate, los de Aguirre tuvieron destellos de un juego más que brillante, pero esto se eclipsó por otros momentos en los que la concentración volvió a desaparecer.

Sigue sin ganar fuera de casa y acumula 6 jornadas sin ganar, pero el punto de hoy era muy importante. Los de abajo no están sumando esta jornada y el Valladolid es rival directo. Aunque el partido estaba para ganar, a veces hay que saber empatar.