La llegada de Tato García al Atlético Baleares está siendo crucial. Tras empezar la temporada con Jordi Roger de nuevo en el banquillo y luego apostar por un experimento fallido con Onésimo Sánchez, la dirección deportiva acertó de llenó con el técnico mallorquín. Y es que con Tato en el banquillo, el equipo balear está cuajando unos resultados más que positivos, rozando incluso la permanencia en PrimeraRFEF a falta tan solo de cinco jornadas para que la competición llegue a su fin.

Con la victoria lograda el pasado domingo ante el Nàstic de Tarragona, el Baleares se aupó en la clasificación del GII de PrimeraRFEF con 43 puntos. Ahora mismo el club está en décima posición a cuatro puntos del descenso. Por delante, eso sí, tiene partidos complejos: Sabadell, Real Sociedad B, Real Unión, Calahorra y Logroñés determinarán la posición final del Baleares esta temporada. Lo que sí es una realidad, es que con Tato, la dinámica ha cambiado radicalmente. 

Tres victorias seguidas encadena el Baleares tras vencer a Alcoyano, Murcia y Nàstic; y si echamos la vista un poco más atrás, el equipo mallorquín enlaza ocho jornadas sin conocer la derrota. Desde finales de febrero, los blanquiazules no han vuelto a caer: tres empates y cinco derrotas que dejan al Baleares en una situación de muchísima más tranquilidad. Además, en una hipotética clasificación del GII desde la llegada de Tato -véase las últimas diez jornadas de PrimeraRFEFel Baleares sería equipo de play-off con 18 puntos por detrás de Amorebieta (25), Barça Atlètic (20) y Eldense (18).

Otro factor a tener muy en cuenta recae en los jugadores. En los que estaban, pero sobre todo en los que llegaron en el mercado de invierno. Nombres como Dani Nieto, Víctor Narro o Xisco Jiménez están siendo clave; así como Dioni Villalba (que ya acumula 14 goles), Damián Petcoff, Marc Baró o Tropi. Todos ellos han hecho que el Baleares se vaya alejando poco a poco del descenso y apaciguando un poco el camino para tener un fin de temporada mucho más tranquilo de lo que se antojaba.