A cuatro puntos de la salvación y nueve jornadas seguidas sin ganar. Esa es la dramática situación que está atravesando actualmente el Atlético Baleares. El primer equipo blanquiazul, diseñado a principio de temporada para luchar por el play-off de ascenso a LaLigaSmartBank, vive una situación agónica que puede terminar de la peor manera posible. El club apostó de nuevo por Jordi Roger para empezar el curso. Con el catalán, no obstante, la cosa no funcionó. Ingo Volckmann y Patrick Messow colocaron en el banquillo a Onésimo Sánchez para intentar erradicar la mala situación. Un paso efímero hasta la actualidad, donde Tato tiene una misión que cada vez se complica más y más.
Ante todo este baile de entrenadores, Volckmann no habló en ningún momento. Hasta ahora. “Si bajamos o nos quedamos, el año que viene estaré aquí y vamos a luchar”, apunta el alemán en una publicación donde él mismo se graba dando un discurso corroborando su implicación con la entidad. “Quería luchar por el ascenso, pero hay que mirar adelante”, añade haciendo hincapié en que el equipo está dónde está por demérito propio.
“Estamos abajo porque no jugamos bien y lucharemos para evitar el descenso. Ahora dependemos de los jugadores y estoy seguro de que lo van a sacar. Necesitamos a todos. Si ganamos un partido, ganaremos dos, tres y cuatro. Ahora vienen dos importantes en casa”, recuerda Volckmann hablando sobre los choques ante Osasuna B y Athletic B que se jugarán en las próximas semanas en el Estadio Balear.
Por último, eso sí, lanza un mensaje de crítica hacia las decisiones que el Baleares ha tenido en determinados partidos. “He visto buena actitud, pero hemos tenido mala suerte y decisiones de los árbitros que no entiendo. Así es difícil ganar, si juegas contra catorce”, admite.