Cuánto ha cambiado en tan solo un año. Remontémonos por un momento al 8 de marzo de 2022. Virginia Torrecilla acababa de volver a los terrenos de juego, Mariona y Patri eran fijas en la selección y esperaban llenar el Camp Nou en la Champions, Cata Coll comenzaba la recuperación de su lesión de cruzado, Rocío García aún no había debutado en primera división y Lucía Corrales todavía no era campeona del mundo sub-17. Todo esto, entre otras cosas, en 365 días donde hemos visto récords, goles y actuaciones que demuestran que el fútbol femenino ya es una realidad. Todas ellas seguirán -y seguiremos- luchando por el futuro del futfem. Por si aún no las conocéis, os las volvemos a presentar en el Día de la Mujer.
Mallorca puede estar orgullosa de tener a algunas de las mejores del país, a lo que le sumamos la imagen más allá del deporte de Virginia Torrecilla. ‘Vir’ no es solo una muy buena jugadora, sino que se ha convertido en todo un símbolo para el fútbol, y no solo femenino, español. Junto a ella, en el Atlético de Madrid, se encuentra Maitane, una de las mejores mediocentros del país que, a pesar de que algunas veces parece que no se la ve, sigue peleando por un puesto en la selección. Mientras ella siga a este nivel, nosotros seguiremos pidiendo su convocatoria. Ellas dos, por otro lado, marcan el camino de futbolistas como Karla Bermejo y Vicky Chica, las dos mallorquinas del segundo equipo colchonero que sueñan con jugar en la Liga F. En Madrid, además, también está Ruth Álvarez, ahora en el Madrid CFF, otra jugadora que ya lleva unos años en la máxima categoría.
Por Barcelona, ver a Patri Guijarro y Mariona Caldentey llenando estadios e inspirando a miles de personas es todo un privilegio. Solo Patri estuvo presente en aquellos dos «llenazos» del Camp Nou, Mariona tuvo que esperar hasta esta temporada para jugar allí y ahora será el turno de Cata Coll, que se ha reincorporado al grupo después de más de un año de lesión. Por detrás, viene haciendo ruido Lucía Corrales, quien ya cuenta con un Mundial en su palmarés. Mallorca tiene cuatro jugadoras en, como mínimo, el mejor equipo de nuestro país, y eso no es algo que pueda decir cualquiera.
En Villarreal, seguimos esperando el regreso de Rocío García. Después de su breve paso por la cantera del FC Barcelona, debutó en la Liga F e incluso se estrenó como goleadora ante su exequipo. Cuando hablamos con ella a principio de temporada, se notaba la ilusión que tenía por esta primera campaña en la élite, algo que se vio truncado por una lesión de cruzado. Meses después, la hemos visto entrenando de cara a su regreso, algo que nos llena de ganas de ver su próximo gol, que sabemos que no tardará mucho en llegar.
???? @_rociogarcia7 repasa en #FutbolMallorca su progresión en el fútbol femenino.
— FutbolMallorca (@FutbolMallorca) October 11, 2022
???? Desde sus inicios en el Collerense coincidiendo con Patri Guijarro y Cata Coll hasta su fichaje por el Barça y, luego, Villarreal.
“¿Quién no sueña con la Selección?”. ????https://t.co/m8IoKSUAsc
A su vez, es imposible no acordarse de equipos como el Collerense, club formador de la mayoría de las jugadoras salidas de la isla, o, ahora, del Atlético de Baleares, el conjunto mallorquín de mayor categoría. Sin un RCD Mallorca femenino, las balearicas son las referentes en lo que a fútbol femenino se refiere y sueñan con el ascenso a Primera RFEF -segunda división femenina-. En la actualidad, son líderes en solitario con tan solo dos partidos perdidos, por lo que tienen en su mano el ascenso directo. Años después del descenso del Collerense, podríamos volver a contar con un equipo en la segunda máxima división.
Mallorca puede estar orgullosa de su representación femenina, tiene referentes, pero queremos más. En España, hemos pasado del «no interesa» a llenar estadios cada cierto tiempo. Además, cada vez son más las personas que acuden cada fin de semana a ver a su equipo, que no femenino, a su equipo. En la isla, el próximo paso es el establecimiento de un RCD Mallorca femenino, lo que demostrará una clara apuesta por el futfem y lo que sería, por supuesto, una gran noticia para todos. Sobre todo, será una buena noticia para todas aquellas niñas que ven a Virginia o Patri por televisión, niñas que, quien sabe, quizá en unos años ellas serán las referentes.