Victoria por la mínima de un Elche que fue superior en la segunda parte después de ser superado en la primera. El Mallorca salió con su mejor once y apostó por ganar el partido. Lo demostró con un inicio de partido en el que mantuvo la posesión y buscó el peligro a través de centros que buscaban a Kadewere y Muriqi. Tuvo las más claras de la primera parte el equipo de Aguirre con un córner que se embarulló y que a punto estuvo de significar el 1-0, pero Nteka sacó bajo palos. El Elche, por su parte, creó sus jugadas de peligro desde el balón parado, estuvo muy acertado el conjunto de Machín y remató prácticamente cada córner. Al descanso 0-0 con un Elche que fue creciendo a medida que avanzó el primer tiempo y que supo contrarrestar a Muriqi.
Tras el paso por vestuarios Machín quiso dar algo más de chispa a su ataque y dio entrada a Tete Morente. El Mallorca no realizó cambios. Los franjiverdes salieron mucho mejor que los bermellones y tuvieron algunas ocasiones que Rajković pudo detener sin mayores apuros.
El runrún en Son Moix crecía y la grada se impacientaba ante la pasividad del equipo contra el peor equipo de la categoría. El partido se volvió algo loco y ahí tenía las de ganar un Elche que tuvo más hambre. Poco a poco avanzaba líneas el Elche y asomaba cada vez más por el área mallorquinista. Una de esas jugadas terminó en córner para los visitantes, que los remataron absolutamente todos y al final lograron ponerse en ventaja en los compases finales del encuentro con un golazo de Boyé.
El Mallorca, que había dado entrada a varios jugadores de ataque iría arriba a la desesperada para salvar un punto. Lo logró en la última jugada del partido con una gran carrera de Maffeo, que se metió hacia dentro, cambió el juego hacia banda izquierda y un centro pasado de Augustinsson le llegaría a Raíllo, que de volea y con el interior la puso en el área pequeña donde esperaba Muriqi. El kosovar no falló y la mandó a guardar, pero el árbitro se fue a la pantallita para anular el gol por una falta previa de Maffeo, que dio un ligerísimo manotazo a Raúl Guti y eso fue suficiente para que el VAR, una vez más, perjudicase al equipo bermellón.
Mal partido de un Mallorca al que le faltó hambre y que vio como otra vez no puede con el colista. El sueño europeo se esfuma.