Volvemos a tener un descenso apretadito, apretadito. Para el espectáculo es una grandísima noticia, pero para los aficionados, no tanto. Ahora mismo hay hasta 11 equipos que lucharán por mantener la categoría. Evidentemente el Elche lo tiene complicadísimo, pero el fútbol tiene ese punto inexplicable y por eso nos gusta tanto. Ahora bien, desde el 19º clasificado hasta el 10º la diferencia está en 9 puntos. Lo que viene a ser que en dos malas jornadas puedes pasar de una punta a otra de la tabla. Hacía años que no teníamos una lucha tan encarnizada por la permanencia. Y es que todo esto al aficionado del RCD Mallorca ya le suena de algo.

Hace años, cuando el Mallorca era uno de los clásicos en la Primera División, hubo una campaña en la que el descenso fue el más caro que se recuerde. El club bermellón venía de unos años muy buenos, rozando e incluso llegando a Europa. Aunque eso es otra historia. En esa temporada 2010-2011 el equipo tenía todo de cara para lograr el objetivo.

El ataque formado por el veterano Pierre Webó y las promesas de Emilio Nsue y Michelle Pereira recién llegados de la cantera. Un flamante Jonathan De Guzmán en medio era la delicia de los aficionados, mientras que la defensa estaba bien protegida con dos buenos conocidos del mallorquinismo como Nunes e Iván Ramis. Y, por supuesto, no nos olvidamos del guardián bajo los palos, Dudu Aouate.

El Mallorca llegó a la jornada 26 con 34 puntos, es decir, dos más que este año. Y desde aquel momento, el equipo encajó una racha negativa brutal que casi le cuesta la categoría. Tan solo 10 puntos en 12 jornadas. Y, como en esta temporada, hay 11 equipos que se diferencian en 9 puntos.

La última jornada se saldó con una permanencia agónica, perdiendo en casa en un partidazo contra el Atlético, pero logrando el objetivo por la derrota del Depor contra el Valencia. Aritz Aduriz, ya lejos de la Isla, nos echaba un capote muy necesario.

Ver esos números dan miedo, puesto que con 43 puntos vimos descender a todo un Deportivo de La Coruña. Y este año el Mallorca vuelve a estar en una situación muy parecida. Lejos, pero cerca del descenso. Con un porcentaje de descenso muy bajo. Jugando bien en casa, pero desaparecido fuera de Son Moix. 

Las aguas ahora están en cierta clama, pero a lo lejos se ve llegar tormenta. Ahora veremos si el barco sigue yendo a velocidad de crucero como antes del parón por el Mundial, o si por el contrario nos encallamos y nos toca sufrir. Eso sí, con Javier Aguirre a los mandos y el pirata Vedat Muriqi arriba, podemos tener confianza en que lo van a conseguir.

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