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Rebajada ya la euforia de la victoria convincente por 1-0 ante el Real Madrid, toca pensar en el siguiente rival, el Sevilla. El RCD Mallorca visita al conjunto hispalense en la jornada 21 en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán el sábado a las 18.30. Y toca cambiar de chip.

Desde después del Mundial el equipo balear ha jugado en Liga tres veces lejos de Son Moix y los resultados no son buenos. Ha perdido en Getafe (2-0), Osasuna (1-0) y Cádiz (2-0). En los tres encuentros no ha sumado ningún punto -y eso que no ha visitado a los seis cocos de la categoría-, ha encajando cinco goles (1’66 goles de promedio encajados) y se ha vuelto a casa sin ver portería.

Lo más alarmante es que la versión del equipo de Javier Aguirre cambia radicalmente lejos de Mallorca. Pues en ninguna de sus tres salidas tuvo opciones reales de puntuar y eso que se enfrentó a dos de los tres equipos en puestos de descenso. En cambio, en Son Moix ha conseguido tres victorias ante Valladolid, Celta y Real Madrid.

Antes del parón la dinámica era totalmente opuesta. En 7 partidos había conseguido 11 puntos, marcando 8 goles y encajando 7. Y también totalmente opuesta, es la racha del Sevilla en su estadio. Donde en los primeros siete partidos consiguió tan solo dos puntos, pero en los tres últimos choques ha ganado a Getafe, Cádiz y Elche.

Las tres victorias mallorquinistas a domicilio han sido ante el Rayo Vallecano, Villarreal y Valencia. El quinto, el sexto clasificado y un histórico venido a menos. Las primeras derrotas fueron contra el Real Madrid y Real Sociedad y las últimas ya mencionadas ante el 18, el 19 y el 9 de la tabla. Los empates en San Mamés y ante el Elche, colista destacado. 

¿Qué versión mallorquinista veremos el sábado en el Sánchez Pizjuán?