En el RCD Mallorca hay portero. Predrag Rajkovic volvió del parón igual que como se fue: parando. El guardameta serbio se ha convertido en una las piezas más fundamentales de este Mallorca, cuya seguridad defensiva pasa también por la portería. En un equipo que no suele conceder demasiado, es crucial contar con alguien que, en el caso de que el rival sobrepase la línea defensiva, sea capaz de evitar el gol. Javier Aguirre tiene a esa persona en Rajkovic, salvador de partidos y, en algunos casos, principal responsable de que algunos encuentros no acaben en goleada.

La temporada pasada fue un caos en lo que a la portería se refiere. Como en los cuatro años anteriores, Manolo Reina fue el que comenzó como guardameta titular. Su figura, ya no solo como compañero sino como capitán bermellón, era imprescindible en el vestuario. A pesar de hacer algunos buenos partidos -véase contra el Levante en casa-, esto lo contrarrestaba con algunos fallos que costaron puntos. Por esa razón, Luis García Plaza tuvo que tirar de juventud para encontrar el reemplazo, entrando Leo Román al once ante la lesión de Dominik Greif. El portero eslovaco solo acabaría jugando un encuentro. Leo apenas estuvo unas pocas jornadas hasta que el Mallorca, en el mercado de invierno, se hizo con los servicios de Sergio Rico, a priori, el que llegaba para portero titular.

Rico, que vino cedido del PSG, no dio ni mucho menos el nivel esperado, pero se consiguió mantener en el once titular durante gran parte de su estancia en la isla. Aguirre, ya como técnico bermellón, fue el que decidió dejarle en el banquillo para dar entrada, de nuevo, a Manolo Reina. El de Villanueva del Trabuco tendría su despedida soñada, con paradas salvadoras y la ansiada permanencia, poniendo fin a su etapa en Mallorca. Ahora bien, ocurrido esto, la dirección deportiva bermellona se veía ante un dilema importante en verano. ¿Apostar por Leo, seguir esperando a Greif o fichar a alguien nuevo? La opción elegida fue la última y, meses después, podemos afirmar sin ninguna duda que fue la correcta.

Desde el principio, dejó paradas que aumentaron el optimismo de la afición mallorquinista en lo que a la portería respecta. Mediante el paso de la temporada, siguió dando un gran rendimiento y, a pesar del parón del Mundial -fue convocado pero no jugó-, su nivel se mantuvo, e incluso aumentó. De hecho, el portero serbio ha sido uno de los futbolistas más regulares de entre los jugadores mallorquinistas. La prueba más reciente es el partido del Real Madrid, donde paró el penalti de Marco Asensio para asegurar los tres puntos, y el del Sevilla, donde evitó un marcador en contra más abultado para los de Aguirre. Cierto es que quizá pudo hacer algo más en el primer gol sevillista, pero esto lo contrarrestó con dos manos que mantuvieron al Mallorca en el partido.

Igual que se critica a los mandamases cuando no cumplen, también hay que felicitar cuando el trabajo está bien hecho. El invierno de la temporada pasada acertaron con Vedat Muriqi, y en verano lo volvieron a hacer con Rajkovic. El Mallorca tiene a dos pilares en portería y delantera que sustentan en gran medida al equipo, ya sea metiendo goles o parándolos, y que dan gran parte de los puntos. Ambos han sido dos muy buenos fichajes del Mallorca reciente y el de Muriqi ya se ha posicionado como uno de los mejores. Ahora bien, ¿es muy pronto para situar a Rajkovic a su nivel?