Van pasando los partidos y la situación del Atlético Baleares no mejora en absoluto. Ni con un nuevo cambio de entrenador en el banquillo, ni con una revolución en la plantilla durante el mercado de invierno. El equipo blanquiazul sigue en los puestos de descenso del GII de PrimeraRFEF y el contexto no es para nada optimista. Este pasado sábado, en un encuentro en el Estadio Balerar donde única y exclusivamente valía ganar, el Baleares de Tato cayó por la mínima ante la SD Amorebieta. Un nuevo batacazo que deja datos muy dramáticos en la Vía de Cintura: el equipo encadena cuatro derrotas seguidas y no gana desde principios del mes de enero ante el Nàstic de Tarragona.

Ante el Amorebieta la ineficacia ofensiva fue superlativa. Solo Dioni logró en momentos puntuales crear daño real a la portería rival, siempre ayudado por un excepcional Marc Baró, que se está ganando el trofeo al MVP de la temporada en la Vía de Cintura. Un Baró que llegó para reforzar el equipo en la parcela defensiva y que en poco tiempo ha logrado destacar por encima de los que ya estaban. Además de él, otros tantos fichajes durante este mercado de invierno que aún necesitan algo más de rodaje: los Tropi, Dani Nieto, Víctor Narro y compañía aún no están al 100%. El problema es que la dramática situación del equipo en la clasificación no les dejará mucho tiempo más de adaptación.

Este domingo era un ganar o ganar; no valía ni el empate. El fútbol base y la afición se habían implicado al máximo durante toda la semana, conscientes de la importancia del choque. El 0-1 final fue como un jarro de agua fría. Cuando marcaron los vascos no hubo reacción alguna; el Baleares quedó noqueado. Y la afición siguió ahí, perenne, viendo como uno equipo hecho para soñar a lo grande se mantenía en la decimoséptima posición del GII de PrimeraRFEF con 25 puntos.

Ahora el contexto puede incluso empeorar. El equipo balear tiene por delante dos salidas muy complejas. Primero deberán jugar ante el Numancia en Soria la semana que viene; luego, harán lo propio ante el Intercity en Alicante. Hasta mediados de marzo no volverán a jugar en la Vía de Cintura y la consigna es clara: ante Numancia e Intercity el equipo debe sumar como sea para llegar vivo al tramo final de la temporada.