Si al mallorquinista le preguntas por El Sadar, hogar del Osasuna, seguro que le vienen muy buenos recuerdos. El Mallorca vuelve a visitar el estadio de la permanencia, el estadio donde el Mallorca, por fin, consiguió mantenerse en Primera División. Con aquella victoria en mente, además de la buena situación en la que se encuentra el equipo, los bermellones visitan Pamplona con el objetivo de repetir el resultado de la campaña pasada. La presión no es la misma, pero ganar de nuevo hoy supondría un comienzo de año prácticamente inmejorable.
«Lo primero que les he dicho es que recuerden la actitud de ese partido», decía Javier Aguirre en rueda de prensa. Últimamente, parece que el Mallorca no encuentra esas sensaciones que sí tenía antes del parón por el Mundial de Qatar. Ante el Getafe, algunos afirmaron haber visto al peor Mallorca de la temporada, y contra el Valladolid, a pesar de la victoria sobre la bocina, las sensaciones no fueron tan buenas como lo eran antes. Aun así, el conjunto bermellón consiguió superar su eliminatoria de Copa y se sitúa en la décima posición de la tabla, con siete puntos con respecto al descenso y a tan solo cuatro de los puestos europeos. Muchos equipos desearían afrontar sus respectivas situaciones en la posición que está el Mallorca.
Pamplona siempre será ????????
— Real Mallorca (@RCD_Mallorca) January 12, 2023
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Otra cuestión es la del calendario, que se empieza a apretar. La «cuesta de enero» ya ha llegado y a los de Aguirre les vienen encuentros importantes, con tres partidos en apenas siete días. El de hoy será el primero, el martes tocará visitar Anoeta para la eliminatoria de Copa del Rey y, el viernes posterior, el Celta visita Son Moix. Dos partidos con dos rivales importantes, sobre todo el Celta, que se encuentra al borde del descenso, y, entre medias, una nueva eliminatoria de Copa, un trofeo con el que sueñan muchos mallorquinistas. De hecho, el propio Muriqi se adjudicó ese sueño en una entrevista concedida a Marca esta semana.
Viene un tramo de temporada clave, además de difícil. El Mallorca tiene la mitad del trabajo hecho y una victoria contra el Osasuna daría lugar a aún más tranquilidad. Tal y como dice Aguirre, los bermellones deben tener la mentalidad de aquel 23 de mayo en el que se consiguió la permanencia. Los mallorquinistas recuerdan El Sadar de buena manera y, esta tarde, con una nueva victoria, podrían salir de Pamplona con un recuerdo todavía mejor.