El adiós de Lago Junior es de esos que escuecen. Si me permitís la licencia, lo es al menos a nivel personal. El costamarfileño rompió este pasado miércoles su compromiso contractual con el RCD Mallorca, fichando horas después por el Málaga. Una operación que se llevaba rumoreando desde hacía varios meses. Con su adiós, Lago deja en la isla un total de 206 partidos jugados, 36 goles, tres ascensos y siete años. Es, en definitiva, uno de esos jugadores que el aficionado bermellón siempre recordará con cariño. Porque tan solo él, Antonio Raíllo y Damià Sabater se quedaron una vez el equipo descendió a Segunda B. Y fueron ellos quienes devolvieron al club a Primera División.

Con la resaca emocional al margen, Lago ha escrito unas líneas en sus redes sociales para despedirse de la que durante más de un lustro ha sido su afición. Una carta donde da las gracias a todos, donde recuerda el duro camino que ha tenido que atravesar estos últimos años y donde reconoce que el Mallorca siempre estará en su corazón. 

«En 2016 llegué a Mallorca y al RCD Mallorca con toda mi ilusión puesta en hacer grandes cosas en este club y por lo tanto en mi carrera. Pero nos encontramos con el descenso, lo que al menos yo, nunca hubiese querido. Sentí que quedarme para llevar al club donde se merecía era mi obligación y así lo hice, me quedé y con un equipo totalmente nuevo lo hicimos. Tuve la suerte de tener entrenadores, compañeros tanto en el equipo como en el club, que empujaban.. y tanto que empujaban. Lo logramos y dos años después acabaríamos en Primera división, el sueño que todo niño tiene cuando es pequeño. Cumplí mi sueño aquí, debutar en Primera en un club histórico, poder celebrar el gol que nos dió la victoria contra el Madrid en Son Moix es una de las cosas más emocionantes que he vivido en toda mi carrera como futbolista, que me convocara la selección de mi país y también cumplí aquí sueños en temas personales, como el nacimiento de mi hija o casarme.

A TODOS los entrenadores que he tenido, de todos he aprendido algo nuevo y me han aportado cosas positivas del primero al último en todos estos años. A todos y cada uno de los compañeros que he tenido desde 2016 cuando llegué hasta hoy, día 11 de enero de 2023 que me voy, me llevo muchos amigos para toda la vida. También tengo que mencionar a TODOS los trabajadores del club que nos han ayudado en todo lo que he necesitado tanto a mi como a mi familia, en especial a Anabel que es parte de mi familia, es la madre y la abuela que no teníamos en Mallorca a diario, y por último y lo más importante quiero agradecer a todos y cada una de las personas que formaron la afición del RCD Mallorca que SIEMPRE me ha tratado con respeto, cariño y con mucho cuidado. Estaré eternamente agradecido por cada palabra de aliento, por cada mensaje de ánimo cuando más lo he necesitado y por celebrar conmigo cada una de mis victorias y mis goles».

 

 
 
 
 
 
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