En un partido inmasticable, aburrido e insípido como pocos aparecieron Kangin y Abdón para repartir felicidad por Son Moix. El Mallorca empezó a jugar con la entrada del coreano y Abdón entró por un Muriqi negado para poner un broche de oro a un partido que seguramente era de empate y que deja al Valladolid muy tocado.
Aguirre sorprendió alineando a Gio y Amath en detrimento de Maffeo y Kangin, el resto fue lo habitual y Pacheta eligió a Guardiola y no a Weissman para suplir la sensible baja de un Sergio León que es el hombre gol de los pucelanos.
Tras unos primeros minutos de tanteo Gonzalo Plata probaría fortuna con lo que fue el primer tiro a puerta del partido y Rajković blocó sin problemas. Los blanquivioletas se hicieron con el poder del balón con le permiso de un Mallorca que se encuentra cómodo defendiendo y así lo lleva demostrando muchas jornadas. Los bermellones lo intentaban con centros que nunca llegaban a nadie principalmente porque Muriqi, que suele ser el destinatario, bajaba a recibir y distribuía a los carrileros y eso le impedía llegar después al área. La primera parte no se descontroló en ningún momento y las defensas neutralizaron a un Guardiola y a un Muriqi que se chocaban constantemente ante un muro, especialmente el llamado Raíllo, que ganó absolutamente todo y secó a los atacantes del Valladolid. Se ensució un poco el encuentro con faltas a destiempo y protestas a las decisiones del colegiado, pero las aguas se volvieron a calmar y con esa calma se llegó al descanso. Empate a nada al final de los primeros cuarenta y cinco minutos.
A la vuelta de vestuarios uno podría esperar una revolución, pero parecía que nadie quería ganar. No había ocasiones y el tiempo pasaba sin que ningún equipo reaccionase, así que el que intentó reaccionar fue Pacheta introduciendo cambios en la línea de ataque y de mediocampo. Es cierto que el Valladolid parecía ser algo más incisivo, pero no daba sensación de peligro real exceptuando un disparo al larguero de Kike, que fue uno de los que entró. Aguirre fue el siguiente en mover el árbol dando entrada a dos titulares habituales, Maffeo y Kangin Lee. El coreano dinamitó al Mallorca y empezó a mover al equipo para demostrar que tiene que ser indiscutible. A pesar de ello se llegaba al final del partido con resultado gafas y nadie parecía ser capaz de mover el marcador. Pacheta puso a más hombres para buscar los tres puntos y Aguirre hizo lo propio, pero con más atino. Retiró a un Muriqi agotado por Abdón y este fue el héroe. En el 92’ Maffeo se fue de Kenedy para centrar y el brasileño le entró en falta para evitarlo. Kangin Lee la colocó con mimo y sirvió un caramelo para que Abdón, el de siempre, pusiese Son Moix patas arriba y desatase la euforia mallorquinista.
22 puntos para un Mallorca que es sólido y que, por qué no decirlo, está a solo tres puntos de posiciones europeas. Victoria ante un rival directo al que dejas muy tocado y a pensar en Osasuna.