Que vengan y nos lo expliquen. Una semana más, y ya van unas cuantas, de lo que más se habla en un partido del Mallorca es del arbitraje. Igual que en el encuentro contra la Real Sociedad se anuló el gol de Amath, lo que hubiese significado el empate en ese momento, el pasado viernes no se pitó un penalti clamoroso sobre Ángel Rodríguez. Los malos arbitrajes continuados hacen de nuestra liga un espectáculo, pero no para bien. Todas las semanas, de lo que más se habla es de ello, y no de la competición en sí, del juego, del fútbol. Por ello, parece obvio que hay que buscar una solución.
Tebas, miremos a Estados Unidos. El presidente de LaLiga quiere llevar nuestra competición a aguas internacionales, pero quizá, en vez de llevar lo nuestro al otro lado del charco, se debería plantear el importar algo de allí. De la NBA, por ejemplo. Seguro que cualquier seguidor de la máxima competición de baloncesto sabe de lo que hablo. En la NBA, cada vez que los árbitros -sí, lo hacen todos en su conjunto, no solo uno- toman una decisión, explican a cámara el resultado y la sanción correspondiente. Al contrario que en LaLiga, donde no sabemos ni el por qué ni el cómo se ha tomado una decisión, lo hacen ante todo el mundo, ya que eso se retransmite por televisión y por la megafonía del estadio.
Imaginemos por un momento que Díaz de Mera hubiese ido al VAR, con la revisión correspondiente y, una vez decidido, se le oyese en los altavoces de Son Moix. Sus palabras, viendo su gesticulación, serían algo parecido a esto: «El jugador Brian Oliván golpea el balón antes de golpear a Ángel Rodríguez, por lo que no hay penalti». Esto es algo que solo nos podemos imaginar, ya que el colegiado del encuentro se mostró tan decidido que ni siquiera consultó el VAR. Esa situación, a su vez, también es un problema de parte del árbitro que en ese momento se encontraba en la sala VOR (Video Operation Room), Jaime Latre.
Hay encuentros en los que la persona encargada del video arbitraje insiste de tal forma que el árbitro principal se ve obligado a revisar una jugada, y ha pasado con jugadas mucho menos claras que la del pasado viernes. ¿Esa jugada, ese penalti que vio todo el mundo menos los árbitros, no merecía insistencia para que se revisase en el VAR? Pocas veces se ha visto una decisión tan unánime sobre un penalti. Aficionados del Espanyol, del Mallorca, de cualquier otro equipo de LaLiga, todos coincidían en una cosa: era penalti.
La secuencia de la roja directa ? pic.twitter.com/BOaSBoAKf2
— Real Mallorca (@RCD_Mallorca) October 29, 2022
Pongámonos en la situación de que no quieren que los árbitros hablen durante el encuentro. Vale, que hablen al final. Igual que los jugadores, entrenadores, directivos… hablan al finalizar el partido, que lo hagan los árbitros. Tomemos el otro día como ejemplo. Sale a rueda de prensa Javier Aguirre, expulsado de manera injusta, por cierto; sale a rueda de prensa Diego Martínez y, por último, sale a hablar Díaz de Mera. Explica el penalti, la expulsión del técnico bermellón y la expulsión de Pablo Maffeo. De esta forma, al menos, conoceríamos el por qué se tomó esa decisión. En la actualidad, no sabemos nada, y eso es un problema.
Es preocupante que en la mayoría de encuentros de nuestra liga se hable más del arbitraje, siempre de manera negativa, que del partido en sí. Es preocupante y triste. Con la llegada del VAR parecía que todo iba a ir a mejor, parecía que el fútbol, de una vez por todas, iba a ser justo, y que jugadas del tipo del penalti de Oliván ya no iban a existir más. Que ilusos. Ahora, no sé yo si estamos siquiera cerca de como estábamos pre-VAR, donde los que fallaban al menos eran solo los árbitros. Con todas las facilidades que tienen, es inexplicable que el nivel sea tan malo. Tebas, Medina Cantalejo, Rubiales o quien sea, haced algo para cambiar esto, porque es triste que lo más destacado de nuestro fútbol sean los malos arbitrajes. Recordemos: los protagonistas son los 22 jugadores, aunque ahora no lo parezca.