El Mallorca cae por la mínima en Son Moix ante el Barcelona después de que una genialidad de Lewandowski decantara la balanza para los azulgrana en un partido en el que el Mallorca se mostró muy competitivo.

Aguirre dejó a Battaglia en el banquillo para poner a Baba, que compartió el centro del campo con Galarreta y Antonio Sánchez, y dispuso una defensa y ataque muy reconocible. Xavi, por su parte, sorprendió con la entrada de Kessié y Ansu en el once en detrimento de Pedri y Raphinha y suplió la lista de bajas en el lateral derecho con un Baldé que jugó a pierna cambiada. El partido comenzó como se esperaba, un Barça dominador y un Mallorca que esperaba su oportunidad. Los bermellones se lanzaban a la contra vía Jaume y Maffeo y no tardaron mucho en hacer acto de presencia en área rival. Una jugada ensayada en un córner terminó con Galarreta golpeando por encima del marco de Ter Stegen cuando parecía tener todo a placer para poner el 1-0. El Mallorca estaba muy ordenado y el Barça no encontraba espacios, pero Lewandowski hizo de las suyas después de recibir un balón sin aparente peligro por banda izquierda, arrancó y amagó un centro con pierna izquierda para orientarse y sin siquiera mirar a portería enganchó un disparo que se fue directo al interior del poste para posteriormente colarse en la red sin que Rajkovic pudiese hacer nada. Un 0-1 que nace de Lewandowski sin poder recriminar mucho a la defensa bermellona. No se cayó el Mallorca, que creyó en el plan de Aguirre y a punto estuvo de empatar el partido. Un dejà vú en Son Moix, un centro por banda derecha lo terminó rematando Jaume Costa a bocajarro para que Ter Stegen se luciese atrapando un balón ante un estadio que ya celebraba el empate, igual que la temporada pasada con mismo resultado final. El Barça buscó ampliar su renta antes del descanso, pero con mucha tímidez y delante de un Mallorca que cerraba filas bien y rápido. Al descanso, un 0-1 que prometía una segunda parte interesante.

 Arrancó el segundo periodo de la misma manera que empezó el primero, un Barça con balón pero con poca mordiente ante los de Aguirre que seguían muy ordenados. Buscó el Mallorca los contraataques y lo hizo bien, tocando con paciencia la pelota y encontrando espacios en las bandas. En una de esas Maffeo centró para Muriqi, pero al kosovar se le quedó muy atrás el balón y su remate se fue a la derecha de la portería. A partir de ahí le costó algo más al Mallorca ser peligroso y los visitantes se hicieron algo más con el control del cuero y Kessié lo intentó con un disparo a media distancia que Rajkovic tenía controlado. Xavi quería sentenciar y dio entrada a Pedri y Raphinha por Kessié y Ansu Fati y Aguirre quitó a Antonio para que Dani Rodríguez se sumase al centro del campo bermellón. Aguantó el Mallorca las embestidas de un Barça que no tuvo ninguna clara y desde el 80’ los de casa dieron un paso al frente en busca de arañar un punto de un partido muy complicado. La tuvo primero Muriqi con un disparo dentro del área con su pierna derecha que se fue muy desviado. La más clara del final, sin embargo, fue para un Kangin Lee que volvió a estar a un gran nivel y después de un centro desde banda derecha se hizo con el balón, controló con un par de toques y ya algo escorado disparó con pierna derecha sacó un disparo que se paseó por el área pequeña y salió para disgusto de la parroquia mallorquinista. El Barça decidió ponerle cloroformo al partido y el Mallorca no tenía gasolina para más.

Al final, 0-1 que juega en contra de los intereses bermellones, pero que sigue dejando claro que este Mallorca le compite a cualquiera y deja a Son Moix satisfecho con la entrega y el juego, que despidió al equipo con un sonoro aplauso de agradecimiento después de dar mucha guerra y merecer algo más ante un Barça que sigue en piloto automático en liga gracias a Lewandowski.