El de hoy era un partido importante para el Mallorca. Los de Javier Aguirre aterrizaban en Valencia acarreando una mala dinámica en lo que a resultados se refiere, que no juego. El conjunto bermellón, que comenzó de manera correcta la competición liguera, ha visto como la distancia de la que disponían con respecto al descenso se iba reduciendo cada semana, razón por la que la victoria hoy en Mestalla era vital. Si en el encuentro contra la Real Sociedad se vieron caras inusuales en el once de Aguirre, para hoy no faltaba nadie. El técnico mexicano recuperaba a Muriqi tras su sanción y a Jaume Costa de lesión, y no dudó en utilizarlos. Esto, a su vez, no pudo salir mejor, ya que el kosovar anotaría el primero de los goles del Mallorca, participando a su vez en el segundo, que sería obra de Kang In Lee, sumando así tres puntos de muchísimo valor.

Como se preveía, y como es habitual en el Mallorca, partían con defensa de cinco. Raíllo, Valjent y Copete se asentaban en el centro de la zaga para hacer frente a un reto mayúsculo, enfrentarse a uno de los mejores delanteros de LaLiga: Edinson Cavani. En la primera mitad, ni el uruguayo, ni Justin Kluivert, ni Samu Lino consiguieron crear demasiado peligro, más allá de algún disparo valencianista repelido por Rajkovic, siendo en gran parte mérito de los tres defensas previamente nombrados. Además, encabezados por un Antonio Raíllo excelso, capaz de expulsar del área todos los balones que se le aproximaban. El Mallorca contrarrestó su falta de pegada en ataque con una defensa extraordinaria. En palabras de David Albelda, «el equipo que mejor ha conseguido controlar al Valencia en acciones defensivas». Ahora bien, el ex del Valencia también se hacía una pregunta: «¿El Mallorca será capaz de aguantar así durante 90 minutos?».

Tan solo hicieron falta seis minutos de la segunda parte para responder a esta cuestión. En una contra del conjunto local, Samu Lino penetraba por banda izquierda y, al entrar en el área, veía como Antonio Sánchez le ponía la zancadilla, indicando rápidamente el colegiado la pena máxima. El encargado de golpear, como no podía ser de otra forma, era el matador, Edinson Cavani, y este no perdonaba. De nuevo, el Mallorca se veía por debajo y Aguirre se veía obligado a cambiar cosas, incluida la defensa que tan buenos resultados había dado en la primera parte. Triple cambio, cambio de sistema y a por la remontada, el Mallorca no podía esperar al Valencia atrás y debía hacerse dueño del encuentro.

El conjunto bermellón, acorde a lo que le demandaba el partido, parecía dar un paso adelante. Tanto Kang In Lee como Muriqi, que tuvieron una mínima participación en los primeros 45 minutos, empezaban a ser protagonistas. Además, a estos se unía un Amath que sigue mostrando su buen regreso tras lesión. El senegalés, que entraba con ganas de encarar, provocaría el penalti -muy cuestionable- que le daría el empate al Mallorca. Esta vez sí, Muriqi no fallaba desde los once metros. El partido volvía al resultado inicial, pero con un conjunto bermellón muy diferente, encabezados por un Amath hiperactivo. Poco más tarde, eso sí, los focos estarían, de nuevo, sobre Rajkovic, quien evitaba que un gran golpeo de Cavani desde el área pequeña se colase entre los tres palos.

Entrados en la recta final, era el turno de los delanteros, sumados a unos hombres de refresco que no lo pudieron hacer mejor. Amath, Muriqi, Dani Rodríguez y Kang In Lee. Combinación perfecta y magia de las botas del coreano. El segundo del Mallorca. Kang In Lee, canterano del Valencia, alzaba las palmas al cielo en señal de respeto hacia el club que le vio nacer como futbolista, ocultando la euforia que sí que mostraban el resto de sus compañeros. Después de 85 minutos, el Mallorca se ponía por delante por primera vez.

A partir de aquí, los Dani Rodríguez o Amath, además de Raíllo y Nastasic, que sustituyó a Valjent, se harían dueños y señores del partido. Ahora, tocaba terminar el trabajo, o lo que es lo mismo, defender, algo en lo que es experto el conjunto de Aguirre. De hecho, eso mismo hizo, aguantó el tiempo restante y asaltó Mestalla. Tres puntos, puntazos incluso, que amplían la ventaja del Mallorca con respecto a la zona de peligro, tres puntos que dan una tranqulidad muy necesitada. La noche no podría haber sido mejor.