Para la temporada 22-23, uno de los principales problemas a los que tendrá que hacer frente el Mallorca es la baja de Salva Sevilla. El jugador andaluz, a pesar de sus 38 años de edad, ha sido uno de los pilares fundamentales para conseguir la salvación, de ahí que incluso aficionados pidieran la renovación por un año más. Aun así, la etapa de Salva Sevilla en el club bermellón llegó a su fin, partiendo hacia el País Vasco, lugar donde se reencontrará con Luis García Plaza.
A pesar de que hiciera variaciones en varios partidos, en las tácticas de Javier Aguirre predominó el 4-4-2, siendo uno de los dos medios Salva Sevilla en gran parte de las ocasiones. Ahora, Antonio Sánchez, Idrissu Baba, Íñigo Ruiz de Galarreta y Clement Grenier tendrán que pelear por ocupar esas dos posiciones la campaña que viene.
Antonio Sánchez comenzó la temporada pasada como extremo, lugar donde tenía como competencia a jugadores como Kang In Lee, Take Kubo, Dani Rodríguez, etc. Antonio parecía no destacar en esta demarcación, por lo que se le probó en el doble pivote tras la lesión de Galarreta y no decepcionó. Desde ese momento, el mallorquín se convertía en una opción más para el centro del campo, una opción diferente a lo que había. Salva Sevilla podría ser más posicional, Baba era el que se encargaba de robar balones… y Antonio demostró ser capaz de casi todo. Por ello, será una de las principales opciones de las que dispondrá Aguirre el año que viene.
Baba fue de más a menos. La primera vuelta del ghanés fue digna de un jugador contrastado en Primera División. Aun así, fue irse a la Copa África en enero y no se le volvió a ver a ese nivel. Su función como mediocentro defensivo era clave para el Mallorca, pero una sucesión de errores confirmaron que no era el mismo que en la primera vuelta. De hecho, el partido más destacable de la segunda mitad de la temporada fue de central, en la derrota del Mallorca en Getafe. Aguirre, además, acabó por dejarle en el banquillo en las últimas jornadas.
Por parte de Galarreta, su temporada estaba siendo muy buena hasta que llegó la lesión. El Mallorca y Luis García parecían haber encontrado su medio del campo titular, ya que la pareja Salva-Galarreta daba buenos resultados, pero una entrada de Víctor Ruíz en el Villamarín hizo que su temporada llegase a su fin de manera inmediata. El “Vasco” Aguirre le espera para el curso que viene, pero la incógnita es si volverá al nivel que tuvo esta pasada temporada. Lo que está claro es que se ha ganado el cariño de la afición, por lo que apoyo no le faltará.
La situación de Grenier es diferente a todos los demás. El francés es alguien que, en condiciones normales, no estaría jugando en la isla. Internacional con la selección francesa y habiendo jugado en equipos como el Olympique de Lyon o el Rennes, las lesiones le jugaron una mala pasada, dejándole sin equipo para la 21-22. El Mallorca le fichó en invierno y, aunque no disputó una gran cantidad de minutos, dejó destellos de calidad que han hecho que el conjunto bermellón confíe en él hasta 2024. Además, otro factor a su favor es su gol en Pamplona, el gol que certificó la salvación, por lo que la afición confía en que pueda hacer un buen papel. Si se pone a punto en pretemporada, puede convertirse en un jugador muy importante para los intereses mallorquinistas.
Estos son los cuatro candidatos principales, a los que se podría sumar un Rodrigo Battaglia que ya ha expresado su deseo de volver a la isla. Su temporada en rasgos generales no fue muy buena, pero en los últimos tres partidos demostró que aún puede ser un jugador muy valioso. Aun así, no hay nada hecho, por lo que a priori estos, si ninguno de ellos es traspasado, serán los que peleen por esas posiciones en el mediocampo, los encargados de suplir a toda una leyenda del mallorquinismo como es Salva Sevilla.