Vedat Muriqi acaba la cesión el 30 de junio y después volverá a la Lazio. Ojalá para siempre, porque el Mallorca no debe ni puede construir su presente y su futuro en un jugador que, aunque mejore a los jugadores que hay, hipoteque los próximos mercados de fichajes.
Si yo fuera Pablo Ortells me plantaría en cinco millones más algún porcentaje en alguna futura venta porque una plantilla debe poner los huevos de oro en más de una cesta. Y no invertir todo o casi todo el presupuesto en un jugador. Estamos de acuerdo que en una temporada normal el kosovar garantice más de 8 tantos, dependiendo de los penaltis que lance y la idea de juego del vasco. Pero nadie garantiza que se traerán los jugadores adecuados para jugar de la forma en la que Muriqi explote sus características. Como las relaciones de verano, es mejor dejarlo en el instante que volvemos a la normalidad y soñamos con realidades utópicas.
Si se ficha a Vedat, el equipo necesitaría otro delantero muy rápido que aproveche sus peinadas y su pugna y dos extremos rápidos que le surtan de centros constantemente, más dos centrales, un lateral, un mediocentro y un portero. ¿Habría dinero suficiente para remodelar el equipo? Esta es la clave que solo puede responder la dirección deportiva del Mallorca.
Muriqi sería el jugador por el que el equipo bermellón pagaría el traspaso más caro de su historia y, me perdonaréis, pero no es mejor ni que Güiza, Aduriz o Eto’o. Es un grandísimo futbolista que sin su aportación el mallorqueta no habría logrado la salvación, pero dudo que llegue a los números de tres leyendas del mallorquinismo.
¿Qué alternativas habría en el mercado? Futbolistas que han perdido la categoría y que garantizan más de diez goles como Joao Pedro o futbolistas emergentes como Thomas Henry, Mounie, Bouanga, Bayo, Khazri o asiáticos como Hwang Ui-Jo. Solo con ficahjes buenos, bonitos y baratos el Mallorca puede hacer camino y este es su momento. Y dudo que Muriqi se revalorice lo suficiente para obtener plusvalías de su fichaje.