Partido muy disputado en Sevilla. Con los nervios a flor de piel en ambos conjuntos, ya que los dos se jugaban cosas importantes en el día de hoy, el Mallorca consigue aguantar ante un Sevilla que tan solo había perdido un partido en casa en lo que va de liga. Los de Javier Aguirre pudieron adelantarse en el marcador, pero sería Reina quien salvase un punto que puede ser muy valioso para las jornadas restantes.
La primera parte se desarrolló de la manera esperada. Un Mallorca replegado atrás intentando forzar la pérdida del Sevilla, que se llenó de balón en los primeros 45 minutos pero sin crear casi peligro sobre la portería de Manolo Reina. La más clara de los locales llegaba casi en el arranque. En una situación muy parecida a la del primer gol del Granada el pasado fin de semana, Rafa Mir se deshacía de la marca de Battaglia en un córner y remataba a puerta, balón que acabaría sacando Salva Sevilla sobre la línea de gol. Esta sería la principal forma de crear peligro del Sevilla. Con un centro del campo muy poblado por jugadores bermellones, optaban por dar protagonismo tanto a Jesús Navas como a Acuña, que centraban sin encontrar rematador.
Por otro lado, el plan de Javier Aguirre tendría efecto en varias ocasiones. En el minuto 25, tras una buena recuperación de Battaglia en el centro del campo, él y Muriqi salían hacia la portería de Bono para que finalmente el argentino rematase a las manos del guardameta marroquí. El Mallorca tendría más oportunidades de, como mínimo, crear peligro, como fue un disparo de Antonio Sánchez que rechazó uno de los defensas sevillistas. Aun así, el marcador se iba 0-0 al descanso, resultado que no satisfacía a ninguno de los dos equipos.
Los segundos 45 minutos serían una continuación de la primera mitad, con el Sevilla buscando crear peligro pero sin encontrar recompensa. La ocasión más clara llegaba en el minuto 64 del lado contrario. Un saque de banda que, a priori, parecía no tener peligro, acababa en la cabeza de Muriqi, obligando a Bono a sacar el balón cuando se metía hacia el fondo de la red. Esto serviría para agregar picante al partido, ocasiones en ambos lados que provocaban que el juego se empezase a trabar y que los nervios empezasen a crecer entre los jugadores.
A tan solo siete minutos del final del tiempo reglamentario, la grada sevillista reclamaba un penalti sobre Ocampos. Raíllo, intentando despejar, golpeaba el talón del jugador argentino, pero Hernández Hernández, tras confirmarlo con el VAR, dejaba seguir el juego. En cualquier caso, a pesar de que tanto el Sevilla como el Mallorca consiguieran acercarse, la jugada decisiva llegaría en el 96. Un gran cabezazo de En-Nesyri se topaba con un Manolo Reina salvador, un Reina que salvaba un punto que puede valer mucho.
Finalmente, un empate que puede ser decisivo si el Mallorca hace los deberes en los dos partidos restantes, a priori más asequibles que el de esta noche en el Sánchez Pizjuán. La parada de Manolo Reina, que volvía a la titularidad después de cinco meses, podría valer una permanencia.