El Mallorca recibe un sonrojante y vergonzoso 2-6 ante el Granada ante el estupor de los más de 18.000 bermellones que se citaron en Son Moix y que despidieron al equipo con una pitada tan sonora como merecida.
Javier Aguirre repitió 4-4-2 y el once que le dio un triunfo contra el Alavés con Muriqi y Abdón en punta de lanza. Karanka, por su parte, sacó un once muy reconocible y que ya utilizó en su debut en el banquillo nazarí contra el Atlético de Madrid.
La primera parte comenzó con un ritmo elevadísimo que mostraba la trascendencia del duelo entre mallorquines y nazaríes. La primera llegó en el 4’ cuando Take aprovechó un rebote para plantarse en área rival y encontrarse frente a frente con Maximiano, pero el japonés mandó su disparo al muñeco y el meta portugués repelió el intento. La réplica no tardó en llegar y Álex Collado intentó una lejana volea que se fue a la derecha de la portería de Sergio Rico después de ser desviada por un defensa local. En ese córner golpe para el Mallorca, que vio como tras varios rebotes en el área Luis Suárez cazó el esférico para mandarla a un primer palo que defendía Maffeo, pero el lateral no llegó a tiempo para sacar el balón y el 0-1 mandaba en el luminoso. El Granada siguió insistiendo y dominó durante unos minutos. El Mallorca a base de insistencia equilibró el choque y tuvo sus buenos minutos con balones colgados al área donde Muriqi reinaba y lo ganaba todo. En el 28’ una rápida jugada por banda derecha terminó con un centro de Take que Muriqi bajó y dejó de cara hacia Salva Sevilla, que remató de forma brillante y su disparo fue directo al fondo de la red sin que Maximiano pudiese hacer más que estirarse y ver como la jugada terminaba en gol. A partir de aquí llegaron los únicos buenos minutos del Mallorca en todo el partido, que se plantó en campo contrario y empujado por el primer gol intentó ponerse por delante. Lo consiguió a balón parado con un centro de Salva Sevilla y un remate de Maffeo, pero el catalán estaba en posición antirreglamentaria. Al descanso y sin nada más que recalcar se llegó con 1-1.
No se puede entrar peor a una segunda parte, menos de un minuto después de la reanudación una buena jugada a primer toque del Granada terminaba con un golpeo cruzado de Escudero que ponía el 1-2. Apenas diez minutos después y con otra pérdida en campo propio, donde parece que los bermellones regalaban el balón durante los últimos 45 minutos, llegó el tercero de los visitantes, el balón le llegaba a Jorge Molina que muy escorado para golpear dio un centro raso al área donde Puertas, tan solo marcado por Jaume Costa, definió de espuela y desató el éxtasis en la grada ocupada por los nazaríes. Pocos minutos más tarde espejismo por banda derecha, donde Pablo Maffeo hizo una gran jugada y sirvió a Raíllo para que el capitán diese esperanzas a la grada. Tras unos minutos de tanteo en los que el Mallorca parecía buscar la épica el Granada golpeó de nuevo y otra vez tras una pérdida antes de pasar a campo rival Molina se giraba y sin que, de forma sorprendente y casi antiacadémica, ningún defensa le encimase se sacó un golpeo que ni mucho menos fue fuerte, pero ante el que Sergio Rico poco pudo hacer después de errar (otra vez) al tirarse. Este golpe ya fue demasiado para los bermellones y muchos en la grada desfilaban hacia casa. Lejos de reaccionar y de poner algo de ímpetu a la hora de defender un balón largo sin aparente peligro y tras un error de Raíllo y otro de Maffeo, que es de lo poco salvable del encuentro en ataque, terminaría en el quinto gol obra de Uzuni casi en el área pequeña. La afición visitante disfrutaba y los pocos locales que quedaban permanecían atónitos e inmóviles al mal rato que les ha hecho pasar el equipo. Por si fuera poco, y después de unas intentonas ofensivas de los bermellones, un contrataque en el que no acompañaron más de tres efectivos de los granadinos significaba el sexto, Jorge Molina recibía en el área y de nuevo sin oposición mandó un buen disparo al palo que terminaría entrando para hacer aún más vergonzosa la actuación del Mallorca.
2-6 que deja muy tocado al Mallorca, que haciendo partidos así probablemente no merece la salvación, y que deja varios señalados. Aguirre, Sergio Rico, los centrales o incluso Take, tuvieron un partido para olvidar y sin apenas tiempo para lamentarse espera el Pizjuán entre semana donde mucho tendrá que mejorar el equipo ya no para sacar algo positivo, sino para no llevarse otra derrota tan dolorosa. Partido casi de pedir perdón a los aficionados y que deja al Mallorca en manos del resto de encuentros de la jornada para seguir eludiendo la zona roja de la tabla.