Esta vez no hay margen de error. El RCD Mallorca debe ganar este sábado para dejar atrás un sinfín de malas sensaciones. Será ante el Cádiz, equipo que está en descenso, y que también llegará al choque con la clara intención de sumar. Para los bermellones es una final anticipada. Tras decir adiós a la Copa del Rey, el único objetivo es conseguir la permanencia una temporada más en Primera División. Para ello deberán reencontrarse con la victoria este sábado. Un ganar o ganar en toda regla para dejar los fantasmas al lado.
Una victoria que en Liga no se ve desde diciembre. Fue en el Wanda Metropolitano, ante el Atlético de Madrid, y todos pensábamos que la dinámica iba a cambiar. Y vamos si lo hizo, pero no en la dirección esperada. Asaltar el feudo del actual campeón fue un espejismo que se disipó empatando a cero contra el Celta y enlazando cuatro derrotas seguidas contra Granada, Barça, Levante y Villarreal. Por en medio, eso sí, las buenas sensaciones se quedaban en la Copa del Rey, donde los bermellones superaron a Eibar y Espanyol, para caer en cuartos de final ante el Rayo Vallecano hace escasos dos días.
Ahora el Mallorca tiene una oportunidad irrepetible. Los seis equipos de abajo juegan entre ellos, y sumar de tres se antoja vital para alejarse del descenso. Enfrente, un Cádiz que ha cambiado su juego y sus sensaciones: con Sergio González en el banquillo los andaluces han empataron ante el Espanyol y ganaron al Levante en el Ciutat, todo para situarse en decimoséptima posición a dos puntos del Mallorca.
Para dicho encuentro, Luis García Plaza no podrá contar con Franco Russo, Iddrisu Baba ni Dominik Greif. Quien sí jugará es Antonio Raíllo. El madrileño también ha confirmado las titularidades de Sergio Rico bajo palos y Vedat Muriqi. Ambos jugaron en Vallecas y dejaron muy buenas sensaciones. Mañana, con su nueva afición, intentarán ayudar a que esa mala racha en cuanto a resultados termine.