Enlazar dos partidos en casa en dos jornadas es un arma de doble filo: tienes la clara posibilidad de sumar seis puntos del tirón, pero a la vez conseguir dicha proeza es muy complicado. En esa tesitura se encuentra ahora mismo el RCD Mallorca. Los bermellones reciben mañana lunes (21h) al Athletic Club, con el claro objetivo de encadenar su segunda victoria seguida. Hace una jornada, también en Son Moix, el Mallorca venció al Cádiz; ahora, tiene una nueva oportunidad de alejarse más aún de los puestos de descenso. Ganar el equipo vasco sería dar un tremendo golpe sobre la mesa y corroborar las buenas sensaciones. Llega, por lo tanto, el momento de la verdad.

Un Athletic plagado de bajas. El equipo de Marcelino García Toral está pagando cara su buena dinámica en la Copa del Rey, donde está ya en semifinales. En el último choque, Yeray Álvarez no pudo terminar el partido y su presencia es duda -aunque sí a entrado en la convocatoria-. Además, Íñigo Martínez que está sancionado, y Nico Williams, que está recuperándose de una lesión muscular, no estarán en Son Moix. Tampoco viajan Ander Capa, Óscar de Marcos y Unai Vencedor tampoco podrán estar en Son Moix. Con todo ello, el Athletic buscará mantener su buena racha lejos de San Mamés: el conjunto rojiblanco solo ha perdido un partido a domicilio en lo que va de Liga, siendo el quinto mejor equipo al actuar como visitante.

Luis García Plaza sabe de la complejidad del choque. El técnico madrileño tiene delante suya una oportunidad de oro, y para mañana no podrá contar ni con Dominik Greif ni Iddrisu Baba, lesionados; ni con Amath, sancionado. Lo más lógico es que la línea continuista se mantenga frente al Athletic, por lo que el once puede ser muy parecido al que vimos hace una jornada. Con Sergio Rico manteniéndose bajo palos, y como punta un Vedat Muriqi que está siendo el claro protagonista en clave mallorquinista. Ganar significaría corroborar la mejoría que se vio ante el Cádiz, dejando aún más lejos los puestos de descenso. Es una oportunidad irrepetible.