Hace más de diez años que salí del fútbol base del Atlético Baleares, pero se quedó un sentimiento de pertenencia que me consta que nos ha quedado a muchos de nosotros.

La historia reciente del club está siempre plasmada de sufrimiento, decepciones y también de logros. Somos el ave Fénix, da igual todo lo que nos haya sucedido, nuestra ilusión se recarga a pasos agigantados para volver al lugar dónde hemos vivido los peores momentos y las mejores experiencias futbolísticas. Así nos encontrábamos en la primera eliminatoria hasta que llegó Xavi Ginard. No podía ser otro, al que colocan en la rampa de salida cada mercado de fichajes -y eso que ya se encarga él de desmentirlo-. Si hay alguien que representa los valores ATB, ese es Xavi, quien nos recargó las pilas de un cabezazo.

Las siguientes noches coperas fueron de confirmación. Las inolvidables, las que esperábamos hace años. Ya no hay marcha atrás, estamos todos en el autobús de otro Xavi, el míster, el tapado, el que llegó sin hacer ruido. Si tienen alguna duda durante el partido, si la cosa se tuerce, confíen, sobre todo en acciones a balón parado. Las que nos han dado una gran cantidad de goles esta temporada, la que nos salvó en Calahorra, la que abrió el marcador contra el Celta de Vigo. Confíen.

La expectación es máxima. Solo hace falta ver el ambiente semanal previo al partido que se está viviendo, las colas para las últimas 1.000 entradas en las gradas supletorias o cómo los medios de comunicación tanto en Valencia como en Mallorca están ofreciendo entrevistas a los jugadores balearicos todos los días. A todos se nos viene a la cabeza algún lleno histórico del Estadi, aquel ambiente horas antes del partido. Es lo que esperamos, no tenemos otro plan para el domingo.

Por redes sociales ya se pueden leer a los agoreros de toda la vida: no va a pasar, tampoco va a ascender, vais a morir en la orilla… Pero eso nos importa más bien poco. Estamos acostumbrados a vivir grandes citas con aura de fracaso. La ilusión sigue intacta. El domingo es una cita con la historia, de esas que completan un cambio de dinámica. Póngase de gala, camiseta y chándal del Baleares, bufanda al cuello y a disfrutar. Allí estaremos.

“Balearico, anima a tu equipo”.

Aficionados del Atlético Baleares, celebrando un gol en el Estadio Balear. Foto: Toni Ferrero.