El Palma Futsal afrontaba una final ante Osasuna y el partido así lo demostró desde el inicio. El partido era tenso y, tal y como plantea los encuentros Osasuna Magna, arrancó muy dinámico. El primero en golpear fue el Palma Futsal, aunque el choque se convirtió en un intercambio de ocasiones constantes. Asier y Barrón cumplían, pero el primer aviso serio llegó a la portería del guardameta mallorquín. Dani Zurdo recibió un balón en el interior del área y envió su remate al palo, pillando a contrapié a Barrón. Los locales avisaban, pero los visitantes asestaron el primer duro golpe. Centro chut de Eloy Rojas al segundo palo, donde esperaba Vilela, y el brasileño envía el balón al fondo de la red. Se adelantaban los baleares en un partido en el que, a pesar de la locura intrínseca del encuentro, el Palma Futsal parecía sentirse más cómodo generando más ocasiones.
A partir de ahí el encuentro rebajó las pulsaciones, en gran medida gracias a la circulación de balón de los de Vadillo, siendo conscientes de que, una vez por delante, debían coger la manija del partido. Aunque poco duró esa tranquilidad. El partido volvió a entrar en el ida y vuelta, con menos intensidad, pero con la misma intención. Eloy Rojas se mostraba insistente junto a un Vilela que tampoco paraba de probarlo desde cualquier parte que no estuviese más lejos de los diez metros de la portería. En el tramo final del primer tiempo la sensación era que el conjunto mallorquín estaba cómodo en pista y controlando el partido, aunque en el fútbol sala no se puede tener nunca el cien por cien del control, y menos en un encuentro tan dinámico. Aún así, antes de marcharse al vestuario Raúl Campos vería puerta. El ala madrileño, que ya lo había probado en ocasiones anteriores en la misma jugada, recibió un servicio de córner en banda y, de primera, envió un zambombazo a la red en el que Asier nada pudo hacer.
La segunda mitad arrancó con un ritmo mucho más bajo, pero el dominio seguía perteneciendo a un equipo de Vadillo que, hasta este momento, se mostraba muy sólido, con las ideas muy claras y efectuándolas a las mil maravillas. En defensa apenas sufría y en ataque seguía generando peligro. Aunque a los cinco minutos de reanudarse el encuentro los baleares sufrieron un duro revés. En apenas segundos, se retiraban de la pista Chaguinha y Vilela visiblemente doloridos. El georgiano con molestias en el cuádriceps y el pívot tras un golpe en la barriga, aunque el autor del primer gol volvió a pista pocos minutos después. Aún con el partido en calma, Osasuna empezó a subir líneas y antes de llegar al ecuador de la segunda parte consiguió recortar distancias. Martil remató en el interior del área un atrás de Linares, casi sin oposición, para ajustar el marcador de cara al momento decisivo del encuentro.
Cuando el partido estaba ya en la recta final, llegó el varapalo. A falta de poco más de un minuto, los baleares encajaron el empate (2-2) después de que Josu cazara un rechace en el interior del área. El Palma Futsal veía cómo se le escapaba la victoria en los diez últimos minutos y perdía la oportunidad de vencer a un rival directo por el objetivo de la clasificación a la Copa.