El Real Mallorca visita Madrid mañana (21:00) para enfrentarse al Rayo Vallecano. Los bermellones, con una extensa lista de lesionados y sancionados, intentarán ser el primer equipo en salir de Vallecas con los tres puntos.

Kubo, Raíllo, Baba, Salva Sevilla, Greif y Hoppe estarán ausentes y LGP, que está sancionado y por lo tanto en el banquillo estará Pedro Rostoll, tendrá que maniobrar, sobre todo en la sala de máquinas, para sacar un once que se marche con el botín del estadio vallecano. El Rayo, por su parte, también tiene que lamentar bajas. Ni Falcao, que es el máximo artillero del equipo, ni Merquelanz, podrán saltar al verde. Los de Iraola, que han hecho un inicio de campeonato muy notable, quieren continuar con su racha como local, los de la franja se hacen fuertes en casa y saben que seguir así es una de sus mejores bazas para seguir sumando. El Mallorca en cambio quiere volver a vencer a domicilio, pues no lo hace desde venciera en Mendizorroza en la segunda jornada de liga. De no ganar, los baleares sumarían casi un mes y medio sin conocer la victoria.

Son cuatro los empates seguidos que acumula el Mallorca, que a pesar de haber competido bien en la mayoría de los últimos encuentros, ve cómo se le atragantan las victorias. Ganar significaría poner tierra de por medio respecto a un descenso que sigue marcando el Elche y que está ahora mismo a cuatro puntos. Los de casa pueden permitirse soñar con Europa y de ganar darían un gran paso.

Mañana el Mallorca se juega tres puntos importantes ante un rival a priori directo que quiere dejar de serlo para permitirse fabular con viajar por el viejo continente. El escenario, Vallecas, ha dejado páginas de gloria y pena en la memoria de los mallorquinistas.