Si hay un jugador del RCD Mallorca que está destacando y dando un nivel superlativo en este inicio de temporada, ese es Iddisu Baba. El centrocampista ghanés ha empezado el curso de una manera sobresaliente. Dejando al margen su gol -o no gol- en el partido ante el Levante del pasado sábado, las actuaciones de Baba han sido de lo más destacado del conjunto bermellón. A nivel defensivo el ‘pulpo’ está dando un recitar encuentro tras encuentro, convirtiéndose además en uno de los jugadores con mayor número de recuperaciones en lo que llevamos de Primera División con un total de 12. La temporada pasada, en Segunda División, dio un claro paso atrás. No estaba cómodo, se le veía nervioso y estuvo bastante tiempo lesionado: jugó 26 partidos entre Liga y Copa. Cada partido que salía de titular creaba en RRSS un run-run en el mallorquinismo, que no estaba 100% convencido de que Baba fuera la mejor opción para el centro del campo.

Temporada nueva y una reconversión tremenda. El inicio de Iddrisu Baba con el Mallorca en Primera está siendo superlativo. Está siendo una pieza indiscutible para Luis García Plaza, que ha confiado en él en todos los partidos. En las ocho jornadas que llevamos, el ghanés ha salido de titular en siete de ellos. Su rendimiento es exponencial y parece que este sí va a ser su año. García Plaza ve en él un jugador vital para equilibrar el centro del campo, es como el pilar perfecto para ayudar a los centrales y dar ese punto de tranquilidad en el primer tercio del campo. Junto a Baba, rotan Galarreta y Salva Sevilla, algo que ya hemos podido corroborar en estos partidos. Y si por si fuera poco, Rodrigo Battaglia está ahí, acechando el ghanés. Una motivación extra para que Baba no tenga amagos de bajar su nivel. El argentino ya demostró en el Alavés que puede ser un jugador muy aprovechable y García Plaza eso lo tiene también muy en cuenta -véase el partido ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu-.

La evolución de Iddrisu Baba tiene como punto de inflexión el partido del ascenso ante el Deportivo de La Coruña. Hasta entonces, el papel del ghanés con Vicente Moreno en Segunda División había sido testimonial. Se antojaba un buen jugador, pero aún le faltaba. Recapitulemos. Su temporada en las filas de Barakaldo (2017-18), fue importantísima. Salió cedido, en busca de minutos, y qué mejor destino que el GII de Segunda B. Ahí, Baba, jugó 30 partidos y anotó un gol. Es el proceso que, paralelamente, estaba haciendo también Antonio Sánchez. Dos caminos que han desembocado en ser vitales para el primer equipo bermellón. Tras el año en el Barakaldo, Baba volvió y se ganó a Vicente Moreno. El valenciano iba poco a poco con él, dándole ratitos en LaLigaSmartBank, donde aprendía el oficio con un tal Marc Pedraza. Unos 40 partidos -10 de titular- disputó Iddrisu en la temporada 2018-19. Y llegamos de nuevo al Mallorca-Depor. La expulsión de Pedraza en el partido de ida hizo que Moreno apostase por Baba en el centro del campo. Y menudo partido se marcó. Ahí empezó la leyenda del ‘pulpo’.

Primer año en la élite y una vuelta a Segunda un tanto irregular. Parecía que el juego de LaLigaSantanter le iba a ir perfecto a Baba, pero le costó. Le costó mucho aclimatarse a la élite, a Primera División. Sin embargo, y seguramente por falta de recursos, Moreno apostó por el todo el año. Lo jugó prácticamente todo, pero su nivel dejó mucho que desear. Igual que esta última temporada en Segunda, ya con García Plaza. Sus lesiones y el afán del míster por las rotaciones no le hizo destacar mucho, aún así gozó de oportunidades. Ya en el presente, Baba parece haber dado un paso definitivo tras varios años de transición. Solo tiene 25 años y está cerca de llegar a su ápice como jugador. Lleva ocho partidos soberbios. A nivel defensivo es de lo mejorcito de la categoría y, poco a poco, se está ganando de nuevo a toda la afición bermellona. El pulpo va creciendo, y que no deje de hacerlo.