El titular de la crónica resume a las mil maravillas lo que siente ahora mismo el aficionado bermellón. Ganar es sinónimo de sufrimiento. El RCD Mallorca se ha reencontrado con la victoria en un partido agónico, ante un Levante UD que pudo rascar perfectamente un punto si Manolo Reina no se hubiera puesto la capa de héroe deteniendo un penalti en el tramo final. Los de Luis García han conseguido una valiosa victoria por 1-0, la tercera de la temporada. Curiosamente, las tres han sido con el mismo marcador. El Mallorca se está abonando al unocerismo y eso, a veces, mola.
Primera parte de menos a más. Los diez primeros minutos del Levante fueron asfixiantes, y es que al equipo de Paco López solo le servía ganar. La velocidad del Comandante Morales fue lo más peligroso por las bandas de Son Moix en los primeros compases, pero las ocasiones fueron bermellonas. Galarreta, Kang-In y Fer Niño se aliaron para hacer diabluras por el área de Aitor Fernández. El guardameta visitante tuvo trabajo, sobre todo en una falta botada por Dani Rodríguez. El gallego estuvo cerca de marcar el primer gol del partido.
Jaume Costa y, sobre todo, Pablo Maffeo crearon mucho peligro por ambos laterales. El partido del catalán fue soberbio en todos los sentidos: su compromiso defensivo no le impidió en ningún momento gozar de protagonismo en ataque. Iddrisu Baba fue otro que cuajó unos primeros 45’ de catálogo. El ghanés se hartó de robar balones en el centro del campo, corroborando su mote de ‘pulpo’. Con el 0-0 en el luminoso, y con una tremenda tensión en el césped y fuera de él, se llegaría al descanso.
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— FutbolMallorca (@FutbolMallorca) October 2, 2021
Segunda parte, misma tónica. El Mallorca continuó su dominio con una masterclass de Kang-In Lee. El jugador coreano se gustaba y empezó a crear mucho peligro por el costado diestro, aliándose con Maffeo. Los disparos entre los tres palos eran escasos, por eso Valjent se mojó desde muy lejos. Su cohete lo atrapó con algún problema Aitor. Más adelante era el turno de Amath, quien remataría un buen centro de Jaume Costa. En todo este contexto, Dani Rodríguez empezó a hacer gala de su repertorio futbolístico, confirmando estar a un nivel superior.
El Levante dio algún susto. Rober Pier tendría una ocasión clarísima rematando solo en el área tras el bote de una falta lateral y tras una mala salida de Reina. Valjent, en la mismísima línea de gol, salvaría el tanto visitante. Y de ahí, al éxtasis: centro de Maffeo y remate entre Ángel Rodríguez e Iddrisu Baba. Parece que es el delantero quien remata, pero la celebración del ghanés hace dudar a todos. Aún así, en un remate inverosímil de uno de los dos, el gol llegaría para un Mallorca que se lo merecía. Era el 74’ y parecía que el pescado estaba todo vendido, pero no. Mano de Mboula en el área y tras chequeo en el VAR el árbitro pita penalti. Morales, no obstante, se topó con un Reina infranqueable. Seguía el 1-0 y en los últimos minutos pudo llegar el segundo, pero Ángel no consiguió materializar dos contraataques. Los bermellones, con 11 puntos, respiran de nuevo.