Sin lugar a dudas, la pandemia nos ha privado de ir a los campos o estadios a presenciar no solo la emoción del juego, sino también la multitud de variantes tácticas de los equipos. Y fue una verdadera suerte poder asistir a Mestalla este sábado a presenciar el bonito partido que nos brindaron.

Si tuviera que resaltar un nombre, sería el de Kang-in. Calidad, desborde, acertado con balón y sin él en fase ofensiva. La nota negativa fue su cabeza. Se le notó nervioso desde el principio, alterado y revolucionado cuando tocaba defender. En el descanso ya auguré con los compañeros que sería un cambio seguro o acabaría expulsado… y así fue. El míster confirmó en rueda de prensa que tenía en mente cambiarlo en la segunda parte. También comentó el propio Luis García Plaza en la previa que podía hacer un gran partido o un partido mediocre. Se puede decir que fue ambas cosas; un jugador sublime en la primera parte que genera y crea lo que necesita el equipo. Pero también fue una losa en la segunda parte dejando al equipo con uno menos en un estadio como el de Mestalla, que bien sabe cómo aprieta.

RCD MALLORCA

En cuanto a creación de juego, sin Kang-in el equipo fue otro y no solo por estar con un jugador menos. Baba y Galarreta hicieron la misma función todo el encuentro: contundentes en fase defensiva pero ciertamente invisibles en la ofensiva, aunque el segundo gol nace de una transición iniciada por Baba. Quizá, bastaba con un uno de los dos en el terreno de juego aunque Galarreta está preparado para cualquier función, como ha demostrado ya.

Mención especial para Maffeo ¡Qué jugador! Quizá, el que más me sorprendió en el campo. Daba amplitud y profundidad cuando atacaba el equipo en todas las jugadas, buscando la superioridad en ese carril todas las acciones. Por esa banda derecha llegaron los dos goles. Quizá pasó un poco desapercibido porque delante tenía a uno de los mejores laterales de La Liga como es José Luis Gayá.

No me gustaría dejar pasar el buen trabajo del equipo defensivamente, mérito del míster. La entrada de Diakhaby fue la clave de la presión alta del Mallorca. Tapó bien la salida de Paulista y dejó que jugará el central francés, lo que provocaba buscar balones largos que no causaron peligro para el Mallorca, al menos con once sobre el césped.

En fin, tanto a Kang-in como al equipo, se les debe valorar en su justa medida. Se debe valorar el gran esfuerzo colectivo del equipo, el buen planteamiento defensivo del cuerpo técnico y los resultados tan positivos que se han alcanzado a estas alturas. Quizá, muchos lo hubieran firmado antes de empezar la temporada. La misma regla se puede aplicar para los jugadores. Sin ir más lejos, hace dos semanas Reina era salvador por parar un penalti y pocos días después se pedía su cabeza. El míster lo tiene claro: no escuchar ruidos de sirena y seguir trabajando.