En el ajedrez, las partidas de alto nivel tienen una gran probabilidad de acabar en tablas, así es como se conoce al empate en la jerga ajedrecística. Se produce cuando ninguno de los dos jugadores puede ganar. Uno de ellos ofrece tablas a su oponente, que, si acepta, concluyen ambos la partida repartiéndose medio punto cada uno.

El encuentro que vimos el pasado domingo entre Atlético Baleares y Villarreal B fue como un Kasparov contra Karpov en el tablero. Los dos colíderes se enfrentaban con mucho respeto mutuo, más pendientes de minimizar el daño del contrincante que de ser ofensivos, priorizando no perder antes que ganar. Al fin y al cabo, el empate mantenía a sendos equipos en lo alto de la tabla y la derrota ya ponía distancia de por medio.

Miguel Álvarez, el entrenador de los groguets, jugaba con piezas blancas, pues son las que empiezan moviendo siempre, y fue el primero en realizar los cambios, tres de una tacada en el minuto 61. Xavi Calm mucho más conservador retrasó los cambios, aun cuando el partido demandaba relevos. Algo que impacientó a parte de la afición.

Vinicius Tanque en el partido frente al Villarreal B. Foto: ATB

A la hora de elegir las piezas a sustituir sorprendió la salida de Dioni que estaba siendo de los mejores, en lugar de Vinicius Tanque, que ha empezado la temporada algo desaparecido. Así como la entrada de Vilarrasa, un lateral, en la banda y a pierna cambiada. O la entrada de Manel en punta, un delantero fuerte pero lento, ideal para campos pequeños pero difícil de explotar en el Estadi ante un rival que te permitía espacios para correr alejándote de su área con posesiones largas.

Lo que es indudable es que el Atlético Baleares tiene una colección de piezas importante, como dijo el propio Ingo, probablemente la mejor desde que se hizo con el club. Ahora es tarea de Xavi Calm seleccionar las mejores para cada partida y acertar con los cambios durante la misma para sacarles el máximo rendimiento. Yo solo le pido al míster que no firme tablas, y menos tan pronto y en casa. Que sea valiente, ya que hay plantilla para serlo, que busque siempre poner en jaque al rival. La afición se lo agradecerá.