Se le acabó el crédito a Jordi Roger, tras dos empates consecutivos el partido frente a Las Rozas era la última oportunidad para reengancharse a la parte alta de la tabla. El equipo no solo perdió, sino que se dejó remontar un 0-2 a favor en diez minutos. Las declaraciones del entrenador tras el partido no dejaban opción a otra medida que el despido, habló de que los jugadores entraron con caras de miedo al descanso, algo que Jordi fue incapaz de revertir, y que tras la reanudación quedó confirmado encajando dos goles rápidamente. Jordi no fue capaz de analizar el partido en rueda de prensa, la mala situación del equipo le había superado definitivamente.

La propiedad del club tenía muy buena relación con el entrenador, del cual Ingo ha hablado muy bien en su video en redes sociales de hoy para tranquilizar a la afición, probablemente en contraposición con Manix, con un carácter más difícil y que protagonizó varios conflictos internos. Esa buena relación ha provocado que se haya prolongado, en mi opinión, en exceso, la estancia de Jordi en el banquillo, y más teniendo en cuenta que esta temporada es crucial para el devenir del club a corto plazo, con la reconfiguración de la competición que se va a llevar a cabo.

Ahora toca acertar con el nuevo entrenador. Curiosamente, en los últimos años, al At. Baleares le han funcionado mejor a nivel de resultados los entrenadores que venían a final de temporada y con urgencias (Josico, Manix) que los entrenadores elegidos para iniciar un proyecto (De La Morena, Jordi Roger). Esperemos que vuelvan a acertar con el apagafuegos otra vez para que el club pueda competir en 1º RFEF la próxima temporada.